El Pasto Vetiver En La Estabilizacion
De Pendientes Y El Control De La Erosi�n

(con �nfasis especial en las aplicaciones de ingenier�a)

Diti Hengchaovanich

APT Consult Co. Ltd.

Bangkok, Tailandia

 

1. Introducci�n

Desde tiempos remotos se conoce el uso de la vegetaci�n para controlar la erosi�n y estabilizar pendientes, con base en experiencias pasadas y m�todos emp�ricos. A partir de los a�os treinta comenz� a resurgir esta pr�ctica de manera m�s cient�fica y met�dica y, en la �ltima d�cada, ha venido ganando popularidad debido al mayor nivel de conciencia sobre los asuntos ambientales y a la disponibilidad de conocimiento y par�metros que le dieron credibilidad a estas ideas.

El pasto o zacate vetiver (Vetiveria zizanioides), una planta relativamente desconocida hasta el final de los a�os ochenta, ha sido promovido activamente desde entonces por el Banco Mundial, mediante la Veviter Network (red vetiver) iniciada por Dick Grimshaw, para la conservaci�n del suelo y el agua en el sector agr�cola. Siguiendo los �xitos en ese sector, los ingenieros comenzaron a fijarse en esta planta e investigaron sus caracter�sticas en comparaci�n con otros tipos de vegetaci�n. Como consecuencia de lo anterior, este pasto ha surgido como una nueva opci�n para afrontar los problemas de erosi�n y estabilidad de los suelos, ya sea por s� solo o como complemento a soluciones de ingenier�a. El estudio del pasto vetiver relacionado con la resistencia al cortante de los suelos permeados por ra�ces y la resistencia de las ra�ces a la tensi�n, aport� un acervo de conocimientos cient�ficos sobre sus caracter�sticas para el reforzamiento de las pendientes del suelo. El presente art�culo proporciona informaci�n t�cnica y ejemplos de aplicaciones exitosas (en ingenier�a) del pasto vetiver para controlar la erosi�n y estabilizar las pendientes, en especial en los cortes muy escarpados de las carreteras. Esto es oportuno y apropiado en vista de que actualmente se est� adoptando con mayor frecuencia la norma ISO 14000, la cual establece en sus estipulaciones la consideraci�n de los aspectos ambientales.

 

2. Uso De Vegetaci�n Para Controlar

La Erosi�n Y Estabilizar Pendientes

 

2.1 Identificaci�n de los problemas de erosi�n y estabilizaci�n de pendientes

Al presente, la erosi�n, especialmente aquella de origen pluvial, con los consecuentes problemas de sedimentaci�n, se ha convertido en uno de los m�s serios problemas en el mundo, ya que sus efectos son tanto ambientales como econ�micos. El efecto ambiental inmediato de la erosi�n es el deterioro del paisaje y, a largo plazo, el efecto sobre la flora y fauna del r�gimen acu�tico. Los efectos econ�micos de la erosi�n son la reducci�n de la capacidad de los embalses y el flujo de los arroyos o canales, lo cual causa problemas de inundaci�n que exigen labores de drenado o la adopci�n de otro tipo de medidas.

Los problemas de estabilidad son causados, entre otras cosas, por la geolog�a, geometr�a de la pendiente, fortaleza del suelo, condici�n clim�tica, las caracter�sticas del agua subterr�nea o de la infiltrada, y por su interrelaci�n con la erosi�n. Los problemas de estabilidad derivados de los problemas cr�nicos de erosi�n (por ejemplo, el gradual debilitamiento de la estructura superficial del suelo) debidos a la falta de medidas preventivas o mitigantes a largo plazo (ilustraciones 1 y 2), precipitar�n el movimiento superficial masivo de los suelos o deslizamientos localizados, antes de que ocurra un colapso (falla) catastr�fico (ilustraci�n 3).

Los problemas de estabilidad muy arraigados o serios conducen a la b�squeda de soluciones de ingenier�a (algunas veces llamadas "duras" o "inertes") para asegurar que sean lo suficientemente seguras (es decir, que tengan el factor de seguridad deseado) en especial cuando est�n en juego vidas humanas. Esto se puede computar normalmente en una variedad de software actualmente disponible. Por otro lado, los problemas de movimientos superficiales y de erosi�n son m�s bien dif�ciles de cuantificar y pueden persistir, en ciertos casos, a pesar de que se encuentren soluciones para los problemas profundos. Estos problemas se afrontan mejor mediante m�todos de bioingenier�a o ecoingenier�a (es decir, con el uso de vegetaci�n) los cuales no s�lo abordan los problemas sino que tambi�n generan un producto final est�ticamente m�s agradable y m�s beneficioso para el medio ambiente.

2.2 La vegetaci�n como medida para reforzar la estabilidad de pendientes y mitigar la erosi�n

Existen registros que datan de tiempos antiguos en los que la gente usaba la vegetaci�n, ya fuera viva o muerta, como un medio para mejorar la estabilidad de las pendientes. Por ejemplo, la ca�a se us� para reforzar el suelo alrededor de la Gran Muralla China y los zigurats en Bagdad. Se sabe, adem�s, que durante la dinast�a Ming, un ingeniero chino us� arboles de sauce para la estabilizaci�n de diques1. Existe informaci�n anecd�tica de que con fines de estabilizaci�n, en las minas de Malaysia se usaban siempre tallos de pasto en las colas al construir bancos de est�riles.

Aun cuando Europa y Am�rica fueron pioneras en el uso de vegetaci�n para el control de la erosi�n y la estabilizaci�n de pendientes, su conocimiento y experiencia generalmente son aplicables a sus propias condiciones clim�ticas, las cuales son moderadas en lo que concierne a la erosi�n del suelo. Por el contrario, los tr�picos h�medos suelen sufrir intensos y prolongados per�odos de lluvia, y algunos pa�ses o regiones deben soportar los embates de la naturaleza con mayor fuerza, en especial durante la �poca de los huracanes. Estas condiciones clim�ticas pueden producir, de tanto en tanto, deslizamientos superficiales, incluso cuando se trate de pendientes bien dise�adas y construidas con factores de seguridad de estabilidad total adecuados.

Confrontado con tales problemas, el autor (de Malaysia) se ha interesado, desde 1983, en la idea de proteger y mejorar la estabilidad de pendientes existentes que est�n bien dise�adas o bien construidas, mediante el uso de �rboles de r�pido crecimiento. Los �rboles seleccionados para este prop�sito son usualmente de r�pido crecimiento y nativos de Australia, tales como Acacia mangium, A. auriculiformis y Eucalyptus spp. Al presente, se han desarrollado cerca de 200.000 plantas con resultados satisfactorios.2

La ilustracion 4 muestra el papel y meritos de vegetaci�n en taludes.

En a�os recientes, varios investigadores3,4 han estudiado los factores que contribuyen a la estabilidad de las pendientes con el uso de vegetaci�n. Estos factores comprenden mecanismos hidrol�gicos y mec�nicos. Los factores hidrol�gicos son la intercepci�n de la lluvia y la evapotranspiraci�n y, en consecuencia, la reducci�n de la presi�n de los poros del suelo junto con incrementos en la infiltraci�n y la permeabilidad. Los factores mec�nicos son el recargo del peso de la vegetaci�n sobre la pendiente m�s la resistencia al viento y el reforzamiento de las ra�ces. En resumen, los efectos son:

La posibilidad de que se reduzca la presi�n de los poros con la vegetaci�n.

La posibilidad de que la resistencia del suelo al cortante sea incrementada por la "inclusi�n" o presencia de ra�ces que contribuyen a la aparente cohesi�n (cr), de manera similar al concepto de "reforzamiento del suelo".

3. El Pasto Vetiver Como Vegetaci�n Especial Para

La Estabilizaci�n Y El Control De La Erosi�n

Durante siglos en la India, donde se origin� el pasto vetiver, los agricultores, adem�s de extraer aceites esenciales de sus fragantes ra�ces, lo usaron como fijador del suelo debido a que reforzaba los terraplenes y establec�a l�mites para los campos de arroz; adem�s, reforzaba las riberas de los r�os y estanques para evitar que la tierra cayera al agua. Este conocimiento nativo lo llevaron consigo los indios al emigrar allende el mar y su uso se reanud� en las nuevas tierras. En Malaysia, cerca de Kuala Lumpur, se sembr� el pasto vetiver en 1908 con el fin de contener riberas muy escarpadas5.

Desde los a�os ochenta, y despu�s de que Dick Grimshaw y John Greenfield, anteriormente funcionarios del Banco Mundial, "redescubrieran" el pasto vetiver en la India y Fiji, se promovi� su uso con gran �mpetu. Sin embargo, su utilizaci�n se dio principalmente en el sector agr�cola, sobre todo en la conservaci�n del suelo y el agua. Con la creaci�n de la Vetiver Network6 y la diseminaci�n de informaci�n mediante publicaciones, talleres y seminarios, los ingenieros empezaron a considerar los beneficios de plantar pasto vetiver en los terrenos agr�colas de pendiente pronunciada para estabilizar y controlar la erosi�n del suelo.

Aunque pertenece a la familia de los pastos (Graminae), el vetiver no es un pasto cualquiera. Deber�a ser considerado en la misma categor�a que el bamb�, que es tratado no tanto como un pasto sino como un �rbol. En este sentido, es de inter�s acotar estudios anat�micos llevados a cabo en la Universidad de Bangalore7, que dicen:

"Aun cuando los tallos muestran las caracter�sticas de un pasto normal, es diferente morfol�gicamente de otros pastos por cuanto exhibe nudos abultados, entrenudos largos, los que en cierto grado est�n cubiertos por el haz de hojas no abiertas, excepto en su parte apical. Las ra�ces son fibrosas y son �nicas debido a que tienen aer�nquima en la regi�n cortical exterior (grupos de Scitaminae). En este respecto, la planta difiere de otros pastos normales. Anat�micamente, la planta es una hidrofita; sin embargo, y debido a su sistema redicular profundo y extenso, es una planta establecida que funciona bajo condiciones xer�fitas. Por consiguiente, la planta exhibe caracter�sticas singulares".

En el folleto8 del National Research Council intitulado, "Vetiver Grass: A Thin Green Line against Erosion" (Pasto vetiver: una delgada l�nea verde contra la erosi�n) y en un art�culo de Truong y Baker9, se describen varias de las caracter�sticas propias del pasto vetiver. En forma sucinta, se puede describir como una planta vers�til, resistente, de r�pido crecimiento, capaz de sobrevivir pr�cticamente en cualquiera de los pa�ses tropicales de la Cuenca del Pac�fico y, sin embargo, nunca se comporta como una mala hierba. Dos propiedades importantes que hacen del pasto vetiver un recurso ideal para controlar la erosi�n y estabilizar las pendientes son:

Crece erecto y sus r�gidos tallos son capaces de formar un seto vivo denso en 3 � 4 meses, lo que reduce la velocidad de escurrimiento del agua de lluvia y forma un filtro eficaz de sedimentos. El seto vivo puede ajustarse en fila con el sedimento atrapado al formar nuevos reto�os a partir de los nudos de las ramas superiores.

Posee un sistema radicular vigoroso y masivo que puede penetrar verticalmente hasta 2 � 3 m de profundidad por a�o, dependiendo del tipo de suelo.

El comentario hecho por Su Majestad, El Rey Bhumibol de Tailandia, unos a�os atr�s, en el sentido de que "El pasto vetiver es un muro viviente" es, por cierto, muy ilustrativo e iluminador desde la perspectiva de la ingenier�a. Es posible ver que mientras el muro sobre la tierra, es decir el seto viviente, provee control para la erosi�n, el muro debajo del suelo, es decir las ra�ces, simult�neamente mejoran la estabilidad de las pendientes.

 

Experimentos Para Establecer Algunos Atributos De Ingenier�a Del Pasto Vetiver

4.1 Ensayos de control de la erosi�n

Varios investigadores han llevado a cabo estudios para determinar la capacidad de retenci�n de sedimentos del pasto vetiver. Kon y Lim10 informaron que, comparado con un suelo desnudo, el vetiver fue capaz de reducir el escurrimiento y la erosi�n total del suelo (p�rdida de suelo) en una proporci�n del 73 y 98% respectivamente. Bajo condiciones de lluvia artificial, Rodr�guez11 encontr� que el pasto vetiver puede reducir sustancialmente la p�rdida de suelo y el escurrimiento, en comparaci�n con el tratamiento o los tratamientos de control usando otras barreras vegetales (cuadro 1). Un estudio reciente de la Universidad de Kebangsaan, Malaysia12 revel� que el vetiver puede atrapar 600 g/m2 de p�rdida de suelo superficial, en comparaci�n con los 18 g/m2 que atrapa el pasto normal de pastoreo.

 

 

 

 

Cuadro 1: P�rdida de suelo y escurrimiento en varios tratamientos con setos vivos en dos gradientes de pendiente

 

 

 

Tratamiento

con seto vivo

P�rdida de suelo (t/hect.)

Escurrimiento

(% de precipitaci�n)

 

15% de gradiente

26% de gradiente

 

Control (sin setos)

16,81

35,52

88

Lirio

11,98

16,06

76

Zacate lim�n

7,58

7,62

81

Helecho

4,22

1,55

66

vetiver

1,13

4,91

72

MDS (5%)

1,87

2,68

5,0

 

4.2 Ensayos de resistencia al cortante del suelo permeado por ra�ces y libre de ra�ces, y resistencia de las ra�ces a la tensi�n

Las ra�ces de �rboles y otra vegetaci�n proveen un efecto de fortalecimiento mediante las propiedades de resistencia a la tensi�n, fricci�n o adhesi�n. Se puede cuantificar el efecto de reforzamiento o bien, el incremento de la resistencia del suelo al cortante debido a las ra�ces, realizando ensayos directos de corte en suelos permeados por ra�ces y en suelos libres de ra�ces en un mismo lugar. La diferencia en valores de los tipos de suelos cortados bajo las mismas condiciones, nos da el incremento en la resistencia al cortante debido a las ra�ces. Con el fin de determinar el efecto de reforzamiento del pasto vetiver, se realizaron ensayos directos de corte a gran escala en el perfil de pendiente del suelo de un terrapl�n cubierto con vetiver. Para cada nivel de profundidad de cortante, tambi�n se cort�, bajo la misma condici�n de corte, un perfil de suelo libre de ra�ces adyacente al suelo permeado por ra�ces. Conforme a los resultados del ensayo, fue obvio que la penetraci�n de las ra�ces de vetiver en un perfil de suelo increment� significativamente la resistencia del suelo al cortante.

En el proceso de estudiar una especie de planta como componente de estabilizaci�n del suelo, tambi�n se debe determinar las propiedades de resistencia de las ra�ces a la tensi�n. Esto obedece a que cuando una ra�z penetra a trav�s de una superficie potencial de cortante en un perfil de suelo, la distorsi�n de la zona de cortante desarrolla una tensi�n en la ra�z; el componente de esta tensi�n tangencial a la zona de cortante resiste directamente el cortante, mientras que el componente normal incrementa la presi�n de confinamiento en el plano del cortante.

Para determinar la resistencia de las ra�ces a la tensi�n, se tomaron muestras de espec�menes maduros de ra�ces de vetiver de dos a�os de edad desarrolladas en la gradiente de un terrapl�n. Las muestras, ra�ces no ramificadas y rectas, de 15 a 20 cm de largo, fueron estudiadas frescas, limitando el tiempo transcurrido entre la toma de la muestra y el ensayo a un m�ximo de dos horas. Se define la resistencia de la ra�z a la tensi�n como la m�xima fuerza de tensi�n de la ra�z dividida por el �rea de corte transversal de la ra�z no tensionada (sin corteza, ya que as� tiene menos fuerza). La resistencia media de las ra�ces de vetiver a la tensi�n var�a entre 180 y 40 MPa, para un rango de di�metro de ra�z de 0,2 a 2,2 mm. La resistencia media a la tensi�n es de cerca de 75 Mpa para un di�metro de ra�z de 0,7 a 0,8 mm, que es el di�metro m�s com�n de las ra�ces de vetiver. Esto equivale a aproximadamente a 1/6 (un sexto) de la m�xima resistencia a la tensi�n del acero blando. Comparada con muchas especies de �rboles de madera dura, la resistencia promedio de las ra�ces de vetiver a la tensi�n es sumamente alta. Aun cuando algunas ra�ces de �rboles de madera dura tienen valores de resistencia a la tensi�n superiores a las de vetiver --en la clase de di�metro de ra�z de 0,7 a 0,8 mm-- los valores promedio de resistencia de estos �rboles a la tensi�n son menores ya que el promedio de di�metro de la ra�z es mucho mayor que el de las ra�ces de vetiver (cuadro 2).

Cuadro 2: Resistencia de las ra�ces de algunas plantas a la tensi�n

Nombre bot�nico

Nombre com�n

Resistencia a la tensi�n (MPa)

Salix sp. Sauce

9-36*

Populus sp. Alamos

5-38*

Alnus sp. Alisos

4-74*

Pseudotsuga sp. Abeto de Douglas

19-61*

Acer sacharinum Arce plateado

15-30*

Tsuga heterophylla Cicuta del oeste

27*

Vaccinum sp. Gaylussacia

16*

Hordeum vulgare Cebada

15-31*

---- Zacate, hierbas

2-20*

---- Musgo

0.002-0.007*

Vetiveria zizanioides Pasto vetiver

40-120**

*Wu (1995)13 **Hengchaovanich y Nilaweera (1996)14

Asimismo, debido a su denso y masivo sistema radicular subterr�neo, el pasto vetiver ofrece un mayor incremento en la resistencia al cortante por unidad de concentraci�n de fibra (6-10 kPa por kg de ra�z por m3 de suelo) en comparaci�n con 3,2-3,7 kPa por kg de ra�z de �rbol por m3 de suelo.14

4.3 Evapotranspiraci�n y abatimiento de la humedad del suelo

En ensayos preliminares se mostr� que en las plantas de vetiver ocurre una importante cantidad de evapotranspiraci�n. Sin embargo, se necesita llevar a cabo investigaciones adicionales para recopilar m�s informaci�n y dar mayor sustento a lo anterior. Debido a su masiva y profunda red radicular, se anticip� que el vetiver ser�a capaz de abatir la humedad del suelo y reducir, de esta forma, la presi�n del agua en los poros; en consecuencia, puede incrementar la succi�n en condiciones de saturaci�n parcial. Desde el punto de vista geot�cnico, esta situaci�n tendr�a efectos ben�ficos en la estabilidad de las pendientes al incrementar el reforzamiento mec�nico provisto por las ra�ces.

Se han realizado algunos ensayos preliminares debajo de setos vivos y la ilustraci�n 5 muestra la variaci�n en la humedad del suelo bajo un seto de vetiver. Nuevamente, amerita investigaci�n adicional en torno a este tema.

En una investigaci�n distinta realizada en Australia15 sobre la competencia por la humedad del suelo entre setos vivos de vetiver y sorgo, se descubri� que efectivamente exist�a una competencia, en la que se vieron afectados los cultivos adyacentes al vetiver. Sin embargo, en general, permaneci� intacta la funci�n del vetiver en la conservaci�n del agua (mediante la infiltraci�n) y del suelo (por la retenci�n de sedimentos). Esto obedece a que la inclinaci�n en los terrenos agr�colas es normalmente leve y pocas veces excede el 15%, en contraposici�n con las pronunciadas gradientes de las carreteras. En consecuencia, la distancia entre surcos entre el intervalo vertical (IV) es bastante separada. Por esto, los cultivos en los surcos internos alejados de los setos vivos de vetiver, no sufren la competencia e incluso pueden obtener humedad adicional de la infiltraci�n y retenci�n de aguas escurridas.

Por otro lado, en las construcciones civiles, las pendientes pueden variar de 30 a 60� � del 60 al 180%, por lo que la distancia entre los setos de vetiver para un intervalo vertical de 1,0 m es bastante reducida. Por consiguiente, el abatimiento de la humedad en tales pendientes ser�a mayor, lo que representa una ventaja adicional del vetiver en el proceso de estabilizaci�n de pendientes.

4.4 Poder de penetraci�n del pasto vetiver

Se ha determinado que las ra�ces de vetiver poseen un poder innato de penetraci�n de una capa bastante gruesa (5 cm) de concreto asf�ltico. En un estudio realizado por el Departamento de Desarrollo Territorial de Tailandia16, a solicitud de Su Majestad, El Rey Bhumibol, se descubri� que el vetiver pod�a atravesar capas duras de suelo de hasta 15 cm de espesor, con las ra�ces extendi�ndose hasta 74 cm por debajo del nivel del suelo. En las pendientes que se encuentran sobre roca subyacente intemperizada, pedreg�n rodado o alguna otra capa relativamente dura, las penetrantes ra�ces de vetiver servir�n de anclaje mediante la acci�n de "tend�n" de sus ra�ces.

Con base en lo dispuesto en las secciones anteriores, se puede decir, por analog�a, que las ra�ces de vetiver se comportan como clavos "vivientes" del suelo o como clavijas del suelo de 2 a 3 m de longitud, tal como se usa en las obras civiles convencionales.

 

5. El Pasto Vetiver Para Controlar La Erosi�n Y Estabilizar Pendientes

Con �nfasis Especial En Las Aplicaciones De Ingenier�a

Una pendiente que est� geot�cnicamente bien dise�ada y con un factor de seguridad apropiado, tambi�n necesita protecci�n extra para asegurar su estabilidad a largo plazo, en especial en zonas con una alta precipitaci�n pluvial y terrenos sumamente erosionables. Existen dos enfoques para hacer frente a esta problem�tica: (i) el enfoque "duro" o "convencional", mediante estructuras tales como superficies torcretadas o cementadas con lanzamiento de piedras (argamasa enrocada) o con mallas de alambre, que son costosas y de apariencia desagradable, y (ii) mediante el enfoque "blando" o "verde", mediante el uso de vegetaci�n, que es mucho menos costoso, est�ticamente agradable y favorable para el entorno.

En a�os pasados, cuando a los bioingenieros y a los arquitectos de paisaje se les ped�a hacer un dise�o, prefer�an el engramado (mediante una cubierta con c�sped o mediante la siembra hidr�ulica) con o sin �rboles y/o arbustos. En general, esto funciona siempre que las condiciones clim�ticas, del terreno y del suelo, no sean adversas. Sin embargo, si el suelo es muy arenoso o erosionable, el pasto por s� solo no evitar� el deslizamiento superficial, sobre todo en una zona de alta precipitaci�n. En terrenos con pendiente pronunciada (>45�) los �rboles y arbustos no se desarrollan bien (ni tampoco los pastos comunes); �stos, adem�s, son muy lentos para establecerse y pueden tardar de 1 a 3 a�os para llegar a ser eficaces.

Es especialmente en esta situaci�n que el vetiver puede desempe�ar una funci�n �nica. El pasto vetiver crece r�pido en las pendientes pronunciadas o en los suelos altamente erosionables y llega a ser funcional en tan s�lo 4 � 5 meses. Asimismo, puede sobrevivir en suelos de mala calidad, con alta acidez, alcalinidad o salinidad, y puede soportar per�odos prolongados de sequ�a y anegamiento.

Los ejemplos siguientes ilustran algunas de las aplicaciones exitosas del pasto vetiver:

 

6. Consejos Para La Siembra, Cuidado Y Mantenimiento

Del Vetiver En Una Obra Civil

Aun cuando el vetiver parece ser un pasto muy resistente, cuando se trata de sembrarlo es bueno tomar en cuenta algunos consejos, especialmente cuando se vaya a utilizar solo o como parte de una medida de bioingenier�a. Dado que el vetiver desempe�a funciones de ingenier�a, tambi�n se debe considerar como un "material de ingenier�a" y, para ser catalogado como un buen material en este campo, debe ser sometido a especificaciones estrictas y a procedimientos de control de calidad antes de que pueda emplearse. En el Ap�ndice se muestran las especificaciones modificadas de Ikram.17

Como el pasto vetiver puede emplearse en trabajos interdisciplinarios, se sugiere a los ingenieros que sientan la necesidad de contar con asesoramiento sobre las t�cnicas agr�colas, que contraten a agr�nomos o busquen la asesor�a necesaria para sembrar y dar mantenimiento al vetiver.

6.1 Material para la siembra

Se deben emplear buenos materiales de siembra, con reto�os maduros y en pleno crecimiento, y evitar el uso de reto�os viejos. Cuando se requiera usar el vetiver para situaciones muy espec�ficas, ser�a �til buscar ecotipos particulares que sean m�s apropiados para dicha aplicaci�n, por ejemplo, variedades tolerantes a la sal o al fr�o que hayan sido ensayadas previamente o sometidas a experimentos satisfactorios.

6.2 Siembra

Se recomienda efectuar an�lisis qu�micos del suelo cuando se vaya a plantar vetiver en lugares nuevos, con el fin de determinar los requerimientos de fertilizaci�n o enmienda del suelo antes de sembrarlo. Generalmente, la siembra sigue patrones dise�ados con este fin. El intervalo vertical (IV) var�a entre 75 cm y 2,0 m. Para lograr l�neas y niveles precisos, es �til emplear herramientas de agrimensura tales como un nivel de mano y una baliza de top�grafo (ilustraci�n 14). Se recomienda que el espaciamiento entre surcos sea de 15 cm (� 7 plantas/m).18

6.3 Riego

Es mejor sembrar el vetiver en suelo h�medo. Cuando se siembra en suelo seco se debe regar el mismo d�a, por lo que es sumamente recomendable regar el campo el d�a anterior a la siembra. Si no llueve, se necesita regar diariamente durante la primera semana, cada 2 a 3 d�as las dos semanas subsiguientes, dependiendo del clima (los climas secos y calientes requieren m�s riego) y de 2 a 3 veces por semana hasta que empiecen las lluvias o hasta que el pasto est� bien establecido.

6.4 Mantenimiento

Con el an�lisis del suelo se sabr� si se requiere fertilizante al momento de sembrar el vetiver o para su mantenimiento posterior. Como el vetiver es particularmente intolerante a la sombra, en especial durante la fase de establecimiento, durante el primer a�o es necesario controlar las malezas ya que pueden dar sombra, invadir y sofocar el vetiver. La ilustraci�n 15 muestra un seto vivo despu�s de un a�o de haber sido sembrado y de haber recibido un buen mantenimiento.

 7. Resumen Y Conclusiones

Por mucho tiempo, prevaleci� el uso de vegetaci�n (enfoque "blando" o "verde") para mitigar o controlar la erosi�n. Debido a la mayor toma de conciencia en torno a la protecci�n del ambiente, en el �ltimo decenio se populariz� el proceso de estabilizaci�n usando �rboles o arbustos. El vetiver, un pasto de caracter�sticas �nicas, con un sistema radicular extendido y fuerte, puede ayudar a reforzar la masa del suelo, especialmente en la capa superficial. Este pasto ha ganado mayor aceptaci�n y prominencia debido a los recientes casos de uso exitoso. A medida que est�n disponibles m�s datos de ingenier�a, los ingenieros encontrar�n conveniente usar el vetiver para estabilizar pendientes como si fueran �rboles, pero con menor costo y mayor ahorro de tiempo. Si en el dise�o final de un proyecto se debe especificar el uso de �rboles, se puede usar el vetiver como vegetaci�n pionera. Este pasto primero estabiliza el suelo erosionable, particularmente las pendientes pronunciadas, con lo que mejora su microambiente y, posteriormente, se pueden establecer otras plantas, ya sea voluntarias o sembradas.

En los suelos altamente erosionables de las pendientes pronunciadas y con mucha precipitaci�n pluvial, el vetiver puede f�cilmente reemplazar las soluciones m�s costosas y de apariencia desagradable como son las llamadas soluciones "duras" o inertes. Debido a que el vetiver es un material vivo, que act�a como un "muro viviente" para evitar la erosi�n y estabilizar las pendientes, el �xito de sus usos depende en gran medida de la aplicaci�n de buenas pr�cticas agr�colas para obtener el m�ximo provecho de la planta.

Referencias

 

1. Barker, D.H. 1995. Discussion to Session 4. Vegetation and Slopes. Institution of Civil Engineers, London.

2. Narayanan, A. and Hengchaovanich, D. 1986. Slope stabi1isation and protection of roads in mountainous terrain with high rainfall. Proc. 13th ARRB-5th REAAA Combined Conference, Road Engineering Assoc. of Asia and Australasia/Australian Road Research Board, Adelaide,Australia 13(3):152-161.

3. Coppin, N.J. and Richards, I.G. 1990. Use of vegetation in civil engineering, construction industry and researach and information association (CIRIA)Butterworths, London.

4. Greenway, D.R. 1978. Vegetation and Slope Stability. In: Anderson and Richards (eds.) Slope Stability, John Wiley, New York..

5. Grimshaw, R.G. (ed.) 1995. Vetiver Grass for Soil and Water Conservation. World Bank Technical Paper No. 273, Washinton, D.C., USA.

6. The Vetiver Netowrk Website. https://www.vetiver.org

7. Grimshaw, R.G. 1994. Vetiver Grass - Its Use for Slope and Structures Stabilization under Tropical and Semi-tropical Conditions. In: Vegetation and Slopes, Institution of Civil Engineers, London.

8. National Research Council. 1993. Vetiver Grass: A Thin Green Line against Erosion. National Academy Press, Washington, D.C., USA.

9. Truong, P. and Baker, D. 1998. Vetiver Grass System for Environmental Protection. Tech. Bull. No. 1998/1, PRVN, RDPB, Bangkok, Thailand.

10. Kon, K.F. and Lim, F.W. 1991. Vetiver research in Malaysia – Some preliminary results on soil loss, runoff and yield. Vetiver Infor. Netowrk Newsletter 5.

Rodr�guez, O.D. 1993. Hedgerows and mulch as soil conservation measures evaluated under field simulated rainfall. Proceeding Int. Workshop Soil Erosioin Processes on steeplands. Merida, Vanezuela, 16-20 May 1993

UKM. 1996. Techniques in Soil Erosion Control. In: App. 4, Supplemental EIA Study, Projek Jalan Raya Pos Selim de Ladang Blue Valley, Biro Rundingan dan Kembangan, UKM, Bangi, Selangor, Malaysia.

13. Wu, T H (1995). Slope stabilisation. Morgan, P C and Rickson, R J, Editors. In: Slope stabilisation and erosion control: a bioengineering approach. F N Spon/ Chapman and Hall, London.

14. Hengchaovanich, D and Nilaweera, N S (1998). An assessment of strength properties of vetiver grass roots in relation to slope stabilisation, Proc. First Int. Conf. on Vetiver, Chiang Rai, Thailand, pp 153-158.

15. Dalton, P.A. 1997. Application of Vetiver grass hedges to erosion control on the cropped flood plain of the Darling Downs. M.S. Eng. Thesis, Univ. Southern Queensland, Toowoomba, Qld., Australia.

16. Chalothorn,C, Tapmat,P, Paen-oi,V and Nuraks,D (1998).Study on the penetration of vetiver roots in boring hardpans. Paper presented at the Internal Vetiver Seminar organised by the Dept of Land Development, Kanchanaburi, Thailand.

17. IKRAM. 1993. Specifications drafted at IKRAM (Institute of Public Works of Malaysia) for use on PWD projects, Bangi, Selangor, Malaysia.

 

Ap�ndice

Especificaciones Modelas

 

 

Rubro

Descripci�n

1. General El seto vivo de vetiver se usa como un sistema de bioingenier�a para complementar los trabajos de ingenier�a. Por tanto, debe ser de buena calidad y uniforme.
2. Tipo de planta La planta deber� ser de la especie Vetiveria zizanioides. S�lo deber�n usarse tipos que no produzcan semilla.

3. Materiales para la siembra

i) Se deber� usar reto�os j�venes y de crecimiento vigoroso. No se deber� usar material viejo con formaci�n de ca�as, ni ramas de ca�as.

ii) Las pl�ntulas de cultivo de tejidos (las pl�ntulas procedentes del cultivo de tejidos, deber�n transferirse a bolsas de pl�stico y nutrirse por lo menos 8 semanas dentro del criadero antes trasplantarlas al campo).

4. Inspecci�n de la planta

 

Ra�z: La planta deber� tener una masa radicular joven y activa. Se deben desechar las ra�ces viejas antes de la siembra.

Puntas de los tallos: Las puntas deber�n tener 5 o m�s reto�os en activo crecimiento. Se deber�n descartar los reto�os senescentes.

5. Manipulaci�n de las plantas

Las plantas se deben manipular y transportar con sumo cuidado para evitar da�arlas.
6. Plantaci�n en el campo

i) Las plantas especificadas de vetiver deber�n sembrarse en filas, tal como se muestra en la ilustraci�n.

ii) Se deber� cavar una zanja de 15 cm de ancho por 23 cm de profundidad (6 pulgs. x 9 pulgs.).

iii) En suelos de dif�cil manejo, la zanja a llenarse podr�a necesitar tierra superficial de otro sitio.

iv) La distancia entre las plantas (centro a centro) no deber� ser mayor a 15 cm.

v) Inmediatamente despu�s de la siembra, y seg�n el an�lisis del suelo, se deber� aplicar un fertilizante apropiado para asegurar una buena y continua nutrici�n de las plantas por 2 a�os.

7. Establecimiento y mantenimiento

i) Durante el primer mes de establecimiento de las plantas, deber�n reemplazarse todas las fallas y deslaves.

ii) Durante el primer mes deber�n reemplazarse todas las plantas de lento crecimiento que no se recobren de los da�os del transplante. Esta situaci�n es aparente debido a que los reto�os no crecen o no se producen nuevos.

iii) La poda (recorte del pasto) para mantener la altura de las plantas en 40 cm, deber� realizarse en el segundo, cuarto y sexto mes. Posteriormente, el intervalo entre podas ser� determinado por las necesidades propias de cada terreno.

Para asegurar el buen desarrollo de los setos vivos, no deber�n recibir la sombra de malezas, en especial de las trepadoras.

8. Calidad de los setos vivos

Al tercer mes, las plantas deber�n estar en pleno desarrollo. Los setos vivos no deber�n tener fallas ni plantas enanas.

Al sexto mes, los setos vivos deber�n estar en pleno funcionamiento, tener un crecimiento uniforme y las puntas de los tallos deber�n estar bien densas, todo a satisfacci�n del supervisor del campo.