Boletín Vetiver Numero 5

 

               Indice


  • Nota de los Coordinadores
  • Cartas a la Red
  • Informaci�n sobre el uso del zacate vetiver en el cant�n de San Ram�n, Alajuela
  • Programa de peque�as donaciones
  • Sociedad Conservacionista Aragua Promoviendo la protecci�n ambiental usando el vetiver en la regi�n central de Venezuela
  • Barreras de gram�neas en el cultivo de yuca en laderas: Patrones de enraizamiento y din�micas del crecimiento de las ra�ces
  • Estudio del comportamiento del vetiver (Vetiveria zizanioides, (L) Nash) en diferentes condiciones agroclim�ticas y de manejo
  • El Uso del pasto vetiver en la bio-ingenier�a para el mantenimiento de las carreteras
  • Vetiver en sistemas de caf� org�nico
  • Conservaci�n de suelo y agua en la agricultura de ladera
  • Producci�n de viveros en contenedores
  • Vetiver para el control de erosi�n por inundaciones

 


 

Nota de los coordinadores

El Director de La Red Mundial de Vetiver, Richard Grimshaw, en cooperaci�n con las redes nacionales y regionales desarroll� una propuesta "Vetiver 2000", que fue enviado m�s de 30 donantes potenciales. La propuesta es para financiar un programa que apoyar�a en la introducci�n acelerada del uso de vetiver para la conservaci�n, bio-ingenier�a y bioremediaci�n.. El programa durar�a tres a�os (de 1999 - 2001) y financiar�a: el mantenimiento de las redes nacionales y regionales; el desarrollo de redes nuevas; y donaciones para co-financiar el trabajo de grupos y organizaciones interesados en promover y probar el uso de vetiver; y el desarrollo de servicios t�cnicos puntuales para apoyar con iniciativas nuevas y participar en capacitaciones y talleres. En la ejecuci�n del programa las redes nacionales y regionales tendr�an las responsabilidades de selecci�n, canalizaci�n de financiamiento y supervisi�n de las donaciones a grupos y organizaciones.

Porque no hay seguridad que La Red ser� exitosa con esta propuesta, nos gustar�a solicitar sugerencias de nuestros socios sobre fuentes potenciales para mantener a la Red Latinoamericana. El costo anual m�nima de operaci�n de La Red varia entre $2000 y $3000 para 2 a 3 boletines y costos de correos, fotocopias, suministros de oficinas, alquila del apartado de correo, etc. Obviamente, con m�s recursos la Red podr�a tener mayor impacto por ejemplo, por canalizar recursos a sus socios en apoyo a las iniciativas que Uds. est�n llevando a cabo.


Nueva publicaci�n sobre vetiver en portugu�s

Con apoyo de La Red, el ONG "CIERS-ES" (Centro Integrado de Educa��o Rural - Espiritu Santo) public� un librito sobre vetiver, en Portugu�s para Brasil. El librito fue desarrollado por el uso de agr�nomos y extensionistas y contiene informacion traducido a Portugu�s para la primera vez del libro de la Academia Nacional de Ciencias de los EE.UU., ‘Vetiver - a thin green line against erosion’. La Red puede proveer copias de la traducci�n. La publicaci�n de librito de CIERS-ES est� esperado en los pr�ximos meses. Tambi�n, tenemos copias de una hoja informativa de vetiver en Portugu�s "Capim Vetiver para conserva��o do solo e da �gua" que podemos ofrecer a nuestros socios.


La Red en el Internet

Con el fin de mantener nuestro base de datos actualizado, queremos solicitar a nuestros socios con correo electr�nico que ellos nos comunican con sus direcciones a: [email protected]. Tambi�n, en el sitio de la RLV (bajo construcci�n) se puede encontrar informaci�n, en espa�ol, sobre el vetiver. La direcci�n es: https://www.vetiver.org/LAVNsite.htm


Fondos del Banco Mundial

Para informaci�n sobre el ‘Programa de Peque�as Donaciones’ del Banco Mundial ver p�gina 4. El art�culo incluye una descripci�n del programa y la informaci�n necesaria para rellenar las solicitudes presentadas.


Premios de la Red Vetiver

� No se olviden ! La fecha limite para nominaciones para recibir "Premios de la Red de Vetiver para Investigaciones Innovadores y el Desarrollo de la Tecnolog�a" ha sido prolongado al 30 de Septiembre de 1998. Les recomendamos que hagan nominaciones lo m�s pronto posible para los premios (en total vale US$60.000 incluyendo el Premio de Rey de Tailandia). Los detalles aparecieron en el Bolet�n Vetiver No. 3, p�ginas 12 a 13. Este no es solamente una oportunidad ganar dinero, pero tambi�n es una oportunidad contar el mundo qu� Uds. han hecho y que cosas nuevas han ejecutado. Les recomendamos que incluyan fotos con sus documentos por que "las cuentan mejor que palabras".


Cartas a la red

Brasil - De Joachim Boehnert, CIERs - ES, Nova Ven�cia, Espiritu Santo:

En nuestros centros de ‘CIERs - Centros Integrado de Educa��o Rural" hemos enfocado m�s en la multiplicaci�n de vetiver en viveros peque�os. El a�o pasado iniciamos las primeras demostraciones en parcelas de los padres de nuestros estudiantes (quienes son agricultores peque�os), y principalmente en cafetales. Desafortunadamente, nuestros esfuerzos fueron limitados debido a una sequ�a prolongada que afect� a mucho del pa�s, incluso nuestro estado norte�o de Espirito Santo.

En fin, pudimos tambi�n apoyar a otras organizaciones (como el REBRAF, una organizaci�n interesado en vetiver para sus proyectos con peque�os agricultores en el estado de Rio de Janeiro) y otros socios de la Red de Vetiver por proveerlos material vegetativo de vetiver.

Ahora contamos con disponibilidad de proveer peque�as cantidades de vetiver en nuestras zonas de trabajo: el sudeste de Brasil que incluye el �rea del norte de Bahia, Espirito Santo, partes del Minas Gerais, el estado de Rio de Janeiro, y partes del estado de Sao Paulo. He observado que se encuentra el vetiver m�s en el norte y noreste del pa�s y casi nunca en el sudeste o sur del pa�s. Nuestras primeras plantes obtuvimos del estado de Pernambuco (en el noreste) y el parte central del Bahia porque no encontr�bamos vetiver cerca de all�. Por eso, la tecnolog�a de conservaci�n de suelos y aguas con vetiver no es muy bien conocida y la demanda por la planta es a�n poca. Entonces, el inter�s en vetiver mostrado por una organizaci�n como REBARF, uno de los ONGs m�s importantes en Brasil en agroforester�a y conservaci�n de recursos naturales, es muy importante.

(En otra comunicaci�n, el Ing. Boehnert nos cont� que en Pernambuco las autoridades responsables para caminos han usado el vetiver por m�s de 30 a�os para estabilizaci�n de carreteras nuevas y que, en Bahia el vetiver est� usado en la ceremonia de Kandomble para preparar el agua del ba�o por el buen olor de las ra�ces.)

Ecuador - De Maria-Eliza Manteca O�ate, Presidente - Fundaci�n Golondrinas:

Desde hace un mes entramos en la segunda fase de nuestro trabajo de promoci�n: contactar las instituciones en Ecuador que operan en conservaci�n de suelos en la zona entre 2000 m.s.n.m. y 0 m.s.n.m. Les ofrecemos 20 cepas de Vetiver gratis, m�s el material de informaci�n.

M�xico - De M.V.Z. Sergio Zapata Dom�nguez, Coordinador del �rea Agric. del Proyecto Bosques de Niebla y Desarrollo Rural, San Crist�bal de Las Casas, Chiapas:

Les escribo para agradecerle los datos que nos mandaron para poder conseguir el pasto vetiver, a la vez que les comunicamos que pudimos conseguir con �xito algunas macollas. Actualmente se han sembrado como barreras vivas en las parcelas de los compa�eros campesinos de dos comunidades, el pasto tuvo buena aceptaci�n y los resultados en lo que se refiere a adaptaci�n, reproducci�n etc. se los haremos llegar posteriormente.

De M.C. Jos� V�ctor Tamar�z Flores y Dr. Jes�s Ruiz Careaga, Departamento de Investigaci�n en Ciencias Agr�colas, Instituto de Ciencias, Universidad Aut�noma de Puebla:

Agradezco mucho la respuesta a nuestra solicitud de informaci�n sobre los investigadores de vetiver en M�xico y en el estado de Puebla ...

Nuestro Departamento inici� un proyecto en la Sierra Norte del Estado y entre los objetivos esta la creaci�n de �reas de referencias donde aplicaremos un sistema de medidas para la explotaci�n de zonas con un equilibrio ecol�gico fr�gil. En ello est� contemplado la conservaci�n de los suelos mediante la aplicaci�n de t�cnicas vegetativas y el empleo del Vetiver, utilizado por nosotros durante tres a�os en plantaciones de caf�, constituye una medida fundamental para nuestros objetivos.

De Juan Gallardo Valdez, CIATEJ, Guadalajara - Jalisco:

Recientemente me incorpore al Centro de Investigaci�n y Asistencia en Tecnolog�a y Dise�o del Estado de Jalisco (CIATEJ), donde por conducto del Dr. Marco Antonio Mart�nez Sosa me entere de las cualidades del Vetiver y de su capacidad de adaptaci�n a ciertas condiciones geogr�ficas.

Pertenezco a la Divisi�n de Patolog�a y Biotecnologia Ambiental, �rea del CIATEJ que se dedica a la investigaci�n y a la prestaci�n de servicios profesionales en las ramas de Impacto Ambiental, Caracterizaci�n y Manejo de residuos, Estudios de riesgo, entre otras. Actualmente estamos monitoreando el comportamiento del Vetiver en dos peque�as parcelas con un numero reducido de plantulas (50), con objeto de contar con informacion sobre su capacidad de adaptabilidad, sobrevivencia y periodo de desarrollo, ya que pretendemos en coordinacion con el Dr. Martinez, inducir el cultivo del vetiver en �reas sujetas a actividades de extracci�n de materiales geol�gicos (Jal, Arenas, Tobas, Brechas, etc.) en la regi�n central del estado de Jalisco, ya que debido a dicha actividad a�o con a�o se pierden grandes �reas agr�colas y de agostadero con un alto potencial, mismas que paulatinamente se urbanizan en forma irregular y en la mayor�a de los casos se convierten en basureros.


Informaci�n sobre el uso del zacate vetiver en el cant�n de San Ram�n, Alajuela - Regi�n Central Occidental, Costa Rica

Por Omar Cruz Rodr�guez, Presidente ARDAO (Asociaci�n Ramonense para el Desarrollo de la Agricultura Org�nica). Todos las fotos gracias al Ing. Cruz Rodr�guez.

Desde hace m�s de 50 a�os en la Regi�n Central Occidental de Costa Rica, esta planta graminea ya se conoc�a como zacate "pachol�" por sus ra�ces arom�ticas, que eran utilizadas como repelente de la "polilla" en los roperos y en estantes de libros, pero no se encontraba cultivado en barreras contra la erosi�n sino en macollas aisladas.

Recientemente, en 1994, recibimos en la comunidad de Bol�var un curso de "Conservaci�n de suelos", impartido por el Instituto Nacional de Aprendizaje - I.N.A., en la persona del Ing. Agr. Fernando Valverde, este instructor dio mucho �nfasis sobre la importancia del zacate Vetiver como barreras vivas de contenci�n de suelo en terrenos de laderas cultivados de ma�z, hortalizas, caf�, frijoles y otros. Es en este curso en que por primera vez usamos el nombre de ‘Vetiver’ y aprendimos a usar el codal y el clin�metro para el trazado de l�neas a contorno para la siembra del zacate Vetiver y as� construir las barreras vivas para la conservaci�n de suelos y agua.

Visitamos fincas aleda�as donde hab�a macollas aisladas de zacate Vetiver y se nos ense�� a separar las cepas en tallos individuales para ser sembrados en forma de "pata de gallo" o triangular en peque�as distancias de 10 a 15 cm entre cada tallo tambi�n se practic� el uso en semic�rculos para terrazas individuales en plantaciones de �rboles frutales, asimismo en el borde superior de canales a contorno de ladera. Ahora, quienes hemos recibido este curso y otras informaciones posteriores, estamos convencidos de las bondades en la retenci�n de suelos y aguas de escorrent�a y en m�ltiples usos del Vetiver.

En meses recientes, hemos recibido una informaci�n diversa y profusa de parte de la Red Latinoamericana de Vetiver en revistas, libros y audiovisuales, por lo que les estamos muy agradecidos y a la vez nos comprometimos a extender toda esta informaci�n a los agricultores de esta Regi�n.

A continuaci�n pasamos a informar sobre las visita a cuatro fincas en que est�n sembrando el zacate Vetiver para conservaci�n de suelos.

Finca Agroforestal ALCRUBE S.A., propiedad de la Familia Cruz, y ubicada en la comunidad de Calle Le�n, distrito de Santiago, San Ram�n. En esta finca reci�n se inici� el uso del zacate Vetiver con una barrera inicial de 100 metros lineales, en un terreno de suelo franco-arenoso y arcilloso-arenoso, con temperaturas que oscilan entre los 19� a 28� C, con una altitud de 1050 m.s.n.m. La barrera se traz� siguiendo curvas de nivel en un terreno ondulado de 10 a 15% de pendiente. Tiene dos a�os de sembrado con una altura entre 1 y 2 metros; aqu� comprobamos la efectividad en la protecci�n del suelo, en donde se cultivan hortalizas en terrazas de banco.

En esta finca se tiene el inter�s de seguir con el cultivo del zacate Vetiver, a partir del mes de junio del presente a�o, en una parcela de la finca de 1.5 ha que est� dedicada al caf� y otra de 1.0 ha dedicada al cultivo de hortalizas y el resto que suman un �rea de 6.5 ha est�n cubiertas de bosque primario, el cual est� debidamente protegido as� como su fauna silvestre.

Finca propiedad de Marcial P�rez, ubicada en la comunidad de Bol�var del distrito de Piedades Norte, San Ram�n. En esta comunidad es donde existe desde hace m�s de 60 a�os el Vetiver, que se ha encontrado en macollas aisladas.

El se�or P�rez, es uno de los agricultores que recibi� el Curso del I.N.A. en 1994 sobre Conservaci�n de Suelos con barreras de Vetiver y as� fue que de su propia finca obtuvo los tallos de semilla y los sembr� en hileras de contorno, en un terreno con una pendiente de un 15%, en donde se siembra ma�z, frijol y hortalizas, el tipo de suelo es franco-limo-arenoso y tiene unos cuatro a�os de sembrado, con unos dos metros de alto en unos 150 metros lineales. Esta finca est� ubicada a una altitud de 1100 m.s.n.m. y con temperaturas entre los 18� y 26� C.

Finca de Evello P�rez Rodr�guez, ubicada en la Comunidad de Bol�var, distrito de Piedades Norte, San Ram�n. Aqu� se utiliza el zacate Vetiver en el borde superior de los taludes de unos planteles para la construcci�n de casas.

Tiene 4 a�os de sembrado el zacate Vetiver y se va a ampliar el cultivo de barreras de conservaci�n en su finca, ya que ha dado excelentes resultados en la retenci�n de taludes. El zacate tiene una altura de 1.5 m en un terreno franco-arenoso.

Finca de la Empresa Sol y Verde S.A., ubicada en la comunidad de La Guaria del distrito de San Isidro, San Ram�n. El gerente Ing. Agr. Ricardo Guti�rrez, nos permiti� el recorrido de la finca con la asistencia de su Administrador, quien nos fue mostrando los setos de zacate Vetiver sembrados en barreras dobles a ambos lados de canales de desag�e, los cuales se mantienen libres de sedimentos y de cualquier otro material de obstrucci�n. Tambi�n, tienen barreras en las �reas de cultivos de dracaenas, zicas, cola de caballo y otras plantas ornamentales. Adem�s, cuentan con m�s 1000 metros lineales de zacate Vetiver y otras �reas de macollas como semilleros, para la venta de material vegetativo a precios al alcance de peque�os y medianos productores, que ya comienzan a utilizarlo en otras partes del pa�s (Ver "Fuentes de Material Vegetativo" en este Bolet�n).

Esta finca tiene sembrado Vetiver en los taludes de la llamada "Carretera Vieja", en cuyo frente hay una Gruta de un Santuano Religioso que gracias al Vetiver mantiene un naciente que provee de agua a dicha gruta.

Esta es una finca modelo en el cultivo del zacate Vetiver, sus suelos son francoarcillosos y cuenta con temperaturas entre los 19� y los 27� C.

El material vegetativo lo obtuvieron de macollas dispersas en fincas de Bol�var y la Esperanza del distrito de Piedades Norte de San Ram�n.

Finca de Francisco Cruz, ubicada en la comunidad de Bol�var distrito de Piedades Norte, San Ram�n. En esta finca, cuando fue comprada por este propietario se encontr� varias macollas de zacate Vetiver, pero no le dio ning�n uso, sino despu�s de haber recibido el curso de Conservaci�n de Suelos, en el que conoci� la importancia del Zacate Vetiver para la protecci�n de los suelos y fue cuando empez� a hacer las barreras vivas en un terreno ondulado de un 10% de pendiente que est� cultivado de caf� y �rboles frutales. En donde est� ubicada esta finca la temperatura oscila entre los 19� y 27� C y est� a una altitud de 1050 m.s.n.m.

Es importante recalcar, que el zacate Vetiver es excelente para la conservaci�n de suelos, adem�s, de que soporta periodos prolongados de sequ�a, sin ning�n problema de p�rdida de plantas.


Programa de peque�as donaciones del Banco Mundial

�En qu� consiste el Programa?

El Programa de peque�as donaciones se cre� en 1983 con el fin de ofrecer al Banco Mundial un medio de promover el dialogo y la difusi�n de informaci�n sobre el desarrollo internacional en foros ajenos a sus propias operaciones. Durante el ejercicio econ�mico de 1997, se otorgaron a 60 organizaciones diferentes de todo el mundo donaciones por un valor total de US$700.000.

�Qui�n puede presentar una solicitud?

Toda instituci�n con sede en un pa�s en desarrollo e interesada en el desarrollo puede solicitar una donaci�n. No obstante, el Programa de peque�as donaciones prefiere prestar apoyo a organizaciones sin fines de lucro, no gubernamentales ni acad�micas.

�Qu� tipos de actividades reciben apoyo?

Las actividades respaldadas por el Programa de peque�as donaciones promueven el dialogo y la difusi�n de informaci�n sobre el desarrollo internacional. Estas actividades son, en la mayor parte de los casos, conferencias y seminarios, ediciones especiales o costos iniciales de publicaciones, materiales audiovisuales u otras iniciativas innovadoras de interconexi�n que las organizaciones peque�as muchas veces no pueden financiar con los presupuestos de su programa ordinario. Las actividades de donaci�n se centran en los problemas del desarrollo socioecon�mico, como la reducci�n de la pobreza, la protecci�n del medio ambiente, el perfeccionamiento de los recursos humanos y el desarrollo del sector privado. Se adjuntan mas adelante algunos ejemplos de actividades respaldadas por el Programa.

�Cu�l es la magnitud de las donaciones concedidas?

La mayor parte de las donaciones son por un monto de US$10.000 a US$15.000. A veces se conceden donaciones mas peque�as, pero son raras las de mayor volumen. El Programa de peque�as donaciones no financia casi nunca m�s de la mitad del presupuesto estimado de una actividad y, por ello, prefiere que sus donaciones contribuyan a generar contribuciones adicionales de otras fuentes. Se pide a las organizaciones solicitantes que describan de qu� forma una donaci�n del Banco Mundial podr�a ayudarlas a recaudar fondos de otros donantes.

�C�mo se conceden las donaciones?

Las donaciones son concedidas por un Comit� de peque�as donaciones, integrado por representantes de diversos departamentos del Banco Mundial. Las solicitudes son seleccionadas y examinadas por el personal del Banco Mundial antes de su presentaci�n a dicho Comit�.

C�mo se eval�an las solicitudes

El Comit� de peque�as donaciones examina las solicitudes de acuerdo con los siguientes criterios:

�Promover� la donaci�n un dialogo �til y/o la difusi�n de informaci�n sobre el desarrollo internacional?

�Se trata de una donaci�n para una actividad especifica?

�Se trata de una actividad que se terminar� en el plazo de un a�o?

�Se utilizar� la donaci�n para generar apoyo adicional de otros donantes?

�Se utilizaron satisfactoriamente las anteriores donaciones a esa organizaci�n (si corresponde)?

�Se trata de una instituci�n que merece apoyo del Banco Mundial?

�Qu� actividades reciben prioridad?

Si bien todas las solicitudes evaluadas favorablemente de conformidad con esos criterios podr�an recibir en principio una donaci�n, el Comit� de peque�as donaciones concede prioridad a las siguientes propuestas:

Actividades que se desarrollaran en m�s de un pa�s;

Actividades que promueven v�nculos activos y relaciones de cooperaci�n con diversos grupos de agentes, como la poblaci�n local, ONG, gobiernos, el sector privado, los organismos internacionales de ayuda, etc.;

Actividades orientadas no s�lo a identificar un problema, sino tambi�n a buscar una soluci�n al mismo;

Solicitudes que se reciben entre seis y doce meses antes de la actividad a que se destina la donaci�n y que puedan acreditar que el apoyo inicial del Banco Mundial ayudara a generar apoyo adicional de otros donantes; y

Solicitudes de organizaciones que no han recibido apoyo del Programa en a�os anteriores (las organizaciones no pueden recibir dos donaciones en un mismo ejercicio econ�mico).

�A qu� actividades no se asignan donaciones?

No se otorgan donaciones del Programa de peque�as donaciones en los siguientes casos:

Programas de investigaci�n

Programas oficiales de capacitaci�n acad�mica

Proyectos operacionales

Apoyo institucional habitual

Becas o programas de estudio

Personas que presentan una solicitud en nombre propio, aun cuando sea para viajes o estudios

C�mo solicitar una donaci�n

El Comit� de peque�as donaciones se re�ne aproximadamente cada dos meses. Como se necesitan varios meses para tramitar una solicitud, las organizaciones interesadas deber�n presentar su solicitud seis meses antes de la fecha de la actividad para la que se pide la donaci�n. Los solicitantes deben tener presente que la competencia por las donaciones es intensa y, dada la limitaci�n de los presupuestos, el Programa de peque�as donaciones no puede atender todas las actividades valiosas para las que se reciben solicitudes.

Las solicitudes deber�n enviarse por correo o por fax a:

Mr. Peter G. Hemsch
Coord. del Programa de peque�as donaciones

Desarrollo Social

The World Bank

1818 H Street, N.W.

Washington, D.C. 20433 USA

Tel: (202)473-3501 / Fax: (202)522-3247

E-mail: [email protected]

 

Informaci�n necesaria para rellenar las solicitudes presentadas al Programa de peque�as donaciones

El Programa de peque�as donaciones, del Banco Mundial, no tiene un formulario oficial de solicitud. No obstante, todas las peticiones deber�n incluir informaci�n sobre lo siguiente:

 

Por Favor, rellene la lista de comprobaci�n abajo:

I. Informaci�n sobre la actividad para la que se solicita la donaci�n

Descripci�n detallada de la actividad propuesta

Presupuesto e informaci�n sobre c�mo se sufragaran los costos (incluido el monto de financiamiento solicitado del Programa de peque�as donaciones)

Otros posibles contribuyentes/donantes (con inclusi�n de los montos comprometidos, si es posible)

Programa o plan de acci�n detallado (incluidas las fechas probables)

Destinatario(s)

Personas invitadas, participantes y/o portavoces (con inclusi�n de las listas de nombres, si es posible)

Resultados previstos/acciones complementarias

II. Antecedentes de la instituci�n solicitante

Antecedentes (fecha de constituci�n, objetivo/misi�n, etc.)

Estructura org�nica (tipo de organizaci�n, etc.)

Direcci�n (nombre de los miembros de la junta, cargos, etc.) y personal (personal remunerado, voluntarios, etc.)

Miembros (qui�nes son, cuantos son, etc.)

Programas/proyectos/actividades recientes

Publicaciones

Informe anual

Presupuesto anual y fuentes de ingreso (cuotas, donaciones, servicios por honorarios, etc.), con inclusi�n de una lista de los donantes anteriores

III. Apoyo adicional y anterior respaldo del Banco Mundial

Apoyo adicional: Explique en que forma la donaci�n del Banco Mundial podr�a ayudar a generar apoyo adicional (financiero o en especie) de otros donantes para la actividad propuesta.

 

Anterior respaldo del Programa de peque�as donaciones: Adjunte un informe final sobre el resultado de anteriores actividades respaldadas por el Programa de peque�as donaciones, as� como un estado financiero detallado sobre el uso de los fondos de las donaciones del Banco Mundial (si corresponde).

IV. Contactos con organizaciones

Banco Mundial: Facilite informaci�n sobre contactos anteriores con el Banco Mundial (si corresponde), con inclusi�n de los nombres del personal del Banco familiarizados con la organizaci�n solicitante.

Instituci�n solicitante: Adjunte una carta de solicitud firmada y el nombre, direcci�n y n�meros de tel�fono y de fax de la persona de su organizaci�n a trav�s de la cual se efectuaran los contactos con el Programa de peque�as donaciones. Si env�a la correspondencia por fax, s�rvase indicar el numero total de paginas transmitidas.


Sociedad Conservacionista Aragua - Promoviendo la protecci�n ambiental usando el vetiver en la regi�n central de Venezuela

Por Dr. Oscar Rodr�guez, Sociedad Conservacionista Aragua y Universidad Central de Venezuela, Maracay, Venezuela. Fotos gracias al Dr. Rodr�guez.

La Sociedad Conservacionista Aragua (SCA) de Maracay, Venezuela, recibi� unos fondos de apoyo para el financiamiento de proyectos de la Red Mundial del Vetiver (TVN) para ONGs en Mayo, 1997. Su proyecto: "El Vetiver, Una planta para la protecci�n ambiental" promueve el uso del vetiver a trav�s de talleres que resaltan las extraordinarias ventajas del vetiver como barrera viva para el control de la erosi�n, extendi�ndose hacia otras aplicaciones en la protecci�n ambiental y sus usos de tipo utilitario, y tambi�n promueve el desarrollo de viveros y parcelas demostrativas en �reas agr�colas inestables o degradadas.

Durante el per�odo Mayo-Diciembre 1997, el proyecto organiz� tres talleres en el que participaron m�s de 100 personas, se realiz� una visita a un lugar del pa�s donde el vetiver es abundante y se prepararon y publicaron materiales impresos para los talleres y dem�s actividades del proyecto. El proyecto y el Dr. Oscar Rodr�guez, su coordinador, fueron premiados con el gran premio EUREKA por su trabajo durante la exposici�n EUREKA�97 en Noviembre de ese a�o.

A continuaci�n se presenta un resumen de las actividades de la SCA relacionadas con la promoci�n del vetiver durante el per�odo Mayo - Diciembre 1997.

Expedici�n a Achaguas (Llanos de Apure)

En Junio, se realiz� un viaje de tres d�as a Achaguas, una poblaci�n del Estado Apure, ubicada a unos 500 km de distancia de Maracay, cerca de la frontera con Colombia. Seg�n estimaciones, de acuerdo a conversaciones con algunos de los residentes de mayor edad quienes rese�aron que el vetiver era conocido en la zona desde que eran unos ni�os, el vetiver se introdujo en el �rea desde hace m�s de 60 a�os. Una explicaci�n probable es que lleg� a Achaguas a trav�s del R�o Orinoco desde la isla de Trinidad. El vetiver se encuentra en macollas de medianas a grandes alrededor de antiguas viviendas y caser�os. Hist�ricamente, las hojas han servido para elaborar techos (las hojas de palma no son disponibles en esta zona) y para construir las paredes de bahareque (mezcla de tallos y hojas recortados con material de suelo arcilloso). El vetiver fue y es usado con fines medicinales. Hoy en d�a el uso del vetiver se ha reducido, pero durante la visita se le sugiri� a agr�nomos y t�cnicos de los hatos (fincas ganaderas de los llanos) que probaran el uso del vetiver para proteger la cresta y paredes de los diques (m�dulos) usados para regular la inundaci�n de las sabanas y retener humedad durante la �poca de sequ�a, as� como v�a de acceso durante el invierno. Se decidi� que Achaguas est� localizada a una distancia muy lejana como para servir de fuente de material vegetativo con fines de establecimiento de barreras, pero si como fuente de semilla para iniciar los viveros en el �rea de influencia del proyecto (ver Foto 5).

Promoci�n de viveros y distribuci�n de material para la siembra

Tres agricultores est�n colaborando con la Sociedad Conservacionista Aragua para establecer viveros de propagaci�n. En Noviembre, se trajo material de Achaguas para suplir a los agricultores con material con que iniciar los viveros. Adicionalmente, hay unos peque�os viveros localizados en la sede de la SCA y en la casa del Dr. Rodr�guez que pueden proveer peque�as cantidades de material para la siembra para aquellos interesados en iniciar sus propios viveros.

Se han distribuido plantas a varias ONGs e individuos interesados, as� como a los participantes de los talleres. Unas 200 cepas fueron entregadas a PALMAVEN, una filial de la compa��a petrolera venezolana (PDV), la cual provee asistencia t�cnica a los agricultores y realiza servicios de asesor�a ambiental.

Talleres

Se realizaron tres talleres, uno en Julio, otro en Noviembre y el �ltimo en Diciembre. Estos tienen una duraci�n aproximada de cuatro horas y dan un panorama general de la tecnolog�a del vetiver, como se aplica, as� como informaci�n sobre sus otras aplicaciones ambientales y usos utilitarios. Una introducci�n sobre la degradaci�n de tierras y la conservaci�n de los suelos es utilizada para justificar la necesidad del uso del vetiver y otras tecnolog�as para controlar o mitigar los procesos de degradaci�n. El uso de ayudas audiovisuales como transparencias y diapositivas, as� como el v�deo sobre el vetiver son utilizadas durante las presentaciones.

El primer taller se llev� a cabo en la sede de FUNDACITE ARAGUA (La Fundaci�n del Estado Aragua para la Ciencia y la Tecnolog�a) donde se invit� a representantes de diferentes organizaciones gubernamentales y no gubernamentales relacionadas con la agricultura o el ambiente. Otro de los talleres se realiz� en la Facultad de Agronom�a de la Universidad Central de Venezuela donde participaron principalmente estudiantes y algunos representantes de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. El �ltimo de los talleres se dict� en el marco del IV Congreso Interamericano sobre el Medio Ambiente que se desarroll� en la Universidad Sim�n Bol�var, en Caracas, a principios de Diciembre de 1997.

Materiales impresos y visuales

El proyecto ha publicado el bolet�n t�cnico No. 19 de la SCA (35 p�ginas) el cual fue dedicado a la tecnolog�a del vetiver y que ha sido usado como material de apoyo en los talleres y como instrumento de promoci�n para el uso del vetiver. Tambi�n se han publicado unos tr�pticos con informaci�n general del proyecto, se han reproducido art�culos extra�dos del "Bolet�n Vetiver" y se han distribuido copias del libro verde sobre vetiver. Se han preparado diapositivas, fotograf�as y transparencias para las presentaciones en los talleres, exposiciones, ilustraci�n de los materiales impresos y como registro de las actividades del proyecto. Adicionalmente, una selecci�n de fotograf�as se han almacenado en formato digital en CD-ROM para uso con el computador. El proyecto sobre vetiver ha sido publicitado y reportado a trav�s de la p�gina semanal de la SCA en el diario local El Arag�e�o. En la biblioteca de la SCA se mantiene una colecci�n de referencias sobre vetiver para consulta de los interesados.

Exposici�n EUREKA�97

EUREKA es una organizaci�n sin fines de lucro que promueve la innovaci�n y creatividad tecnol�gica y el desarrollo institucional. En la exposici�n del a�o ‘97 a finales de Noviembre, fueron premiados la SCA con la medalla de oro y el diploma de honor y el Dr. Oscar Rodr�guez con el gran premio EUREKA�97 a la investigaci�n patrocinado por General Motors de Venezuela, por sus trabajos con por sus trabajos con vetiver como tecnolog�a para la protecci�n ambiental.

Trabajo de campo y parcelas demostrativas

Desafortunadamente, una estaci�n lluviosa irregular en 1997 y la falta de material para el establecimiento de barreras han generado retrasos para haber avanzado m�s en la implementaci�n de las parcelas demostrativas. A pesar de los retrasos, en el lugar donde se desarrolla una construcci�n privada a la orilla de una autopista en la ciudad de Caracas se han plantado m�s de 50.000 plantas en el talud y se ha establecido un vivero para el consumo de la obra, el cual sirve de referencia al hablar de las aplicaciones de vetiver para la estabilizaci�n de taludes.


Barreras de gram�neas en el cultivo de yuca en laderas: Patrones de enraizamiento y din�micas del crecimiento de las ra�ces

Por K. Tscherning, D.E. Leihner, T.H. Hilger, K.M. M�ller-S�mann, y M.A. El Sharkawy. Resumen de un art�culo publicado en �ngles en: Field Crops Research, 43 (1995), 131-140.

Barreras vivas de gram�neas pueden controlar efectivamente la erosi�n de suelo en laderas pero hay poco conocimiento sobre competencia entre barreras y cultivos. Por eso se llevaron a cabo estudios para describir patrones de enraizamiento y la distribuci�n espacial de ra�ces de yuca y algunas gramineas usadas como barreras vivas. Adem�s se examin� la din�mica del crecimiento de las ra�ces con el tiempo. La investigaci�n en el campo se realiz� en Santander de Quilichao, Colombia en un suelo del tipo typic Dystropept con una precipitaci�n anual media de 1799mm.

Barreras de 20 m de largo de vetiver (Vetiveria zizanioides [L.] Nash), limoncillo (Cymbopogon citratus [DC. Ex Nees] Stapf) y pasto Guatemala (Tripsacum andersonii J.R. Gray) fueron sembradas en una pendiente de 13%. En ambos lados de la barrera se sembr� una hilera de yuca. Fosas de observaci�n fueron excavadas en las parcelas de yuca-pasto y se colocaron laminas acr�licas apegadas a los lados expuestos. Estas fosas permit�an trazar peri�dicamente las ra�ces. La longitud de las ra�ces se registr� hasta 0.8 m de profundidad y 1.2 m (ancho).

Debido al crecimiento vertical y su bajo crecimiento lateral, las ra�ces de vetiver pocas veces se mezclaban con las ra�ces de yuca, significando esto una exploraci�n del suelo casi enteramente separada de las dos plantas. En contraste, la dispersi�n profusa vertical y horizontal del pasto Guatemala indicaban una mutua exploraci�n del volumen de suelo. El sistema yuca-citronella mostr� un patr�n de enraizamiento intermedio. Las ra�ces m�s largas por �rea expuesta de 0.2 por 1.2 m fueron observadas en yuca creciendo en ambos lados de la barrera de vetiver, incrementando de 6.0m en el segmento de 0-20 cm hasta 7.3 m en el segmento de 20-40 cm. En diferencia las ra�ces de yuca con pasto Guatemala diminuyeron de 5.4 m en el segmento de 0-20 cm a 3.6 m en el segmento de 20-40 cm. Las ra�ces de vetiver mostraron el crecimiento mas lento y continuo mientras las del pasto Guatemala el m�s r�pido. Las longitudes finales de las ra�ces obtenidas del perfil entero expuesto fueron 7.0 m para vetiver, 16.0m para el pasto Guatemala y 17.0 m para citronella. El crecimiento inicial de las ra�ces de yuca fue muy lento, pero increment� 25 - 28 semanas despu�s de la siembra de la barrera cuando el crecimiento de las ra�ces de los pastos diminuy� debido al corte de las barreras. Las longitudes finales de las ra�ces de yuca obtenidas del perfil expuesto fueron de 17.0 m, 10.0 m y 10.0 m respectivamente con los tres pastos.

Las diferencias entre el los patrones de enra�zamiento, las din�micas de crecimiento y longitudes finales de las ra�ces sugieren que pueden haber ocurrido diferentes grados de interacci�n entre las ra�ces, con posibles consecuencias para la exploraci�n del suelo y la absorci�n de agua y nutrientes.

(Resumen en espa�ol gracias al Dr. K.M. M�ller-S�mann, CIAT, Cal�-Colombia)


Estudio del comportamiento del vetiver (Vetiveria zizanioides, (L) Nash) en diferentes condiciones agroclim�ticas y de manejo

Por Ing. Agr. Carlos Jes�s Gomis S.; Universidad Central de Venezuela; Facultad de Agronom�a; Instituto y Departamento de Agronom�a; Maracay, Julio 1997.

Resumen

El vetiver se destaca como una planta �til en la protecci�n ambiental. A trav�s de un an�lisis comparativo se evalu� el comportamiento del vetiver (Vetiveria zizanioides [L] Nash) en tres zonas con distintas condiciones agroclim�ticas (bosque h�medo montano bajo, bosque h�medo premontano y bosque seco tropical) y diferentes pr�cticas de manejo con el objeto de determinar el efecto de localidad en la multiplicaci�n y establecimiento de esta planta, a los fines de promover la tecnolog�a del vetiver como barrera viva, ya que estas representan una alternativa promisoria como pr�ctica de conservaci�n de suelos y aguas. En cada localidad se determin� la influencia de los tratamientos presiembra, poda, fertilizaci�n y n�mero de renuevos sembrados, tomando en cuenta los indicadores agron�micos: altura de planta, di�metro de macolla, n�mero de hijos, porcentaje de sobrevivencia y producci�n de biomasa en peso seco de ra�ces y follaje. El periodo de evaluaci�n fue de 150 d�as. El an�lisis de los resultados evidencian que el factor localidad afecta significativamente el comportamiento del vetiver, resultando la condici�n de bosque seco tropical aquella donde se observ� un mayor desarrollo de la planta seg�n los indicadores evaluados, lo cual se interpreta como una ventaja para la obtenci�n de mayor cantidad de material vegetativo para la propagaci�n y en una reducci�n del espaciamiento requerido entre plantas para el establecimiento de barreras vivas funcionales. En las otras localidades se requerir�a de mayor n�mero de plantas o de tiempo para la producci�n de material de propagaci�n y menor espaciamiento entre plantas al establecer barreras. De los tratamientos evaluados los m�s eficientes por determinar mayores rendimientos y mejor desarrollo de la planta fueron la interacci�n entre los factores fertilizaci�n presiembra y n�mero de hijos sembrados no siendo determinante la poda (P). Por los resultados obtenidos las posibilidades reales de la implementaci�n de barreras de vetiver resulta particularmente provechosa.

Tratamientos Empleados

Numero inicial de renuevos:

Seleccionado el material vegetal, fueron extra�das las macollas del terreno separando los renuevos en n�mero de 1, 2 y 3. Posteriormente sus ra�ces se cortaron a 10 cm de largo y sus hojas a 20 cm.

resiembra:

Consisti� en mantener sumergida en agua la porci�n radical de los esquejes por un per�odo de 72 horas a fin de estimular su enra�zamiento.

Fertilizaci�n:

Previo traslado de 1, 2 y 3 renuevos a las bolsas numeradas se le aplicaron 6 gr. por bolsa de f�rmula 12-24-12 y un reabono con urea con la misma cantidad a los sesenta (60) d�as.

Poda:

La poda del follaje se realiz� a los dos meses a 40 cm. de altura repitiendo esta pr�ctica a los 120 d�as y a la misma altura con el fin de estimular la producci�n de nuevos hijos. A los 150 d�as se efectu� un repique en aquellas plantas que sobrepasaban los 40 cm. De cada poda se tom� el material cortado para an�lisis posteriores.

A fin de determinar la influencia de los tratamientos (factores) en los indicaddores agron�micos (variables) se llevaron a cabo pruebas de media:

Indicadores Agron�micos:

Altura de la planta

Di�metro de la macolla

Numero de hijos producidos

Producci�n de biomasa en peso seco de ra�ces y follajes

Porcentaje de sobrevivencia

 

Efecto de sitio

Los valores promedio de los indicadores agron�micos para cada una de las localidades, obtenidos mediante pruebas de Duncan, indican que para la localidad de Maracay (bosque seco tropical) los valores estuvieron por encima de los obtenidos en las otras localidades en todas las variables. Esto puede atribuirse a que esta zona presenta condiciones edafoclim�ticas donde prevalecen temperaturas altas y suficiente precipitaci�n y una mayor fertilidad natural del material de suelo asegurando una respuesta exitosa en cuanto a propagaci�n y establecimiento de la planta. Tambi�n hay que tomar en cuenta que esta zona es similar al lugar de origen del vetiver. Con respecto a las otras localidades Bajo Seco (bosque h�medo montano bajo) y El Laurel (bosque h�medo premontano) los valores promedios fueron cercanos debido a que en ambas zonas los limites generales de precipitaci�n y evaporaci�n est�n dentro de un mismo rango, sin embargo difieren en temperatura, pudiendo esta ser la causa de las variaciones en los indicadores. Tambi�n las caracter�sticas del suelo difieren entre estas localidades, en cuanto a pH y conductividad el�ctrica, aspecto que podr�a ser la causa de la diferencia notoria en el desarrollo de ra�ces en el caso de Bajo Seco.

Los valores promedio de la producci�n de ra�ces en las localidades estudiada, indican que en Maracay se obtuvo la mayor producci�n de biomasa de ra�ces. En Bajo Seco, a pesar de presentarse menor producci�n de follaje se obtuvo un rendimiento bastante importante en el crecimiento radical, raz�n por la cual el vetiver debe ser considerado en zonas con caracter�sticas similares, no s�lo como barrera viva en lotes de cultivo sino para obras de tipo ingenieril como estabilizaci�n de taludes, recuperaci�n de �reas marginales, etc.

 

Conclusiones

Con relaci�n a los tratamientos e indicadores agron�micos :

La pr�ctica de fertilizaci�n afecta de manera positiva la altura de la planta.

La sumersi�n del material vegetativo en agua por 72 horas previo a la siembra, (presiembra), la aplicaci�n de fertilizantes y el usar dos hijos por punto de siembra influyen de manera positiva en la producci�n de hijos, en el di�metro de macolla y producci�n de biomasa de ra�ces y follaje.

Sembrar dos hijos por punto garantiza una mayor sobrevivencia

 

En relaci�n al efecto de sitio:

La localidad afecta significativamente el comportamiento reproductivo del vetiver, no as� la sobrevivencia en las condiciones del ensayo.

De las localidades estudiadas, Maracay (bosque seco tropical) es la m�s id�nea para propagar y establecer el vetiver, sin descartar las otras para tal fin. En localidades similares a Maracay se tendr�a como una ventaja la obtenci�n de mayor cantidad de material vegetativo para la propagaci�n y en una reducci�n del espaciamiento requerido entre plantas para el establecimiento de barreras vivas funcionales.

 

De los resultados obtenidos se puede decir que:

El vetiver (Vetiveria zizanioides (L) Nash) puede propagarse y establecerse en zonas de bosque h�medo premontano, bosque h�medo montano bajo, y zonas de bosque seco tropical, siendo la mas ventajosa la zona de bosque seco tropical.


El Uso del pasto vetiver en la bio-ingenier�a para el mantenimiento de las carreteras

Este art�culo resume el uso espec�fico del pasto vetiver como se presenta en la publicaci�n "Bio-ingenier�a para el mantenimiento efectivo de las carreteras" (por Clark, J. y J. Hellin. (1996) Bio-engineering for Effective Road Maintenance in the Caribbean. Chatham, U.K.: Natural Resources Institute). El libro (disponible solo en ingl�s) presenta instrucciones precisas (incluyendo diagramas y requerimientos espec�ficos) para seis t�cnicas de bio-ingenier�a b�sica que han probado ser �tiles para la estabilizaci�n de las carreteras y su mantenimiento. Otro capitulo incluye antecedentes detallados de once (11) plantas encontradas com�nmente que han probado ser �tiles para la bio-ingenier�a y el control de la erosi�n del suelo. Contiene un capitulo sobre las especificaciones para la propagaci�n exitosa de 5 tipos que se necesitan com�nmente de material plantable para aquellos que desean implementar t�cnicas de bio-ingenier�a en el campo. Finalmente, hay una colecci�n de estudios de caso de la regi�n del Caribe, una lista de especies de plantas para prop�sitos de bio-ingenier�a en la regi�n del Caribe y una lista de publicaciones �tiles y de contactos.

La bio-ingenier�a utiliza los recursos mec�nicos hidrol�gicos de una comunidad de plantas (pastos, arbustos y arboles) para cumplir con la funci�n de ingenier�a. La vegetaci�n ayuda a incrementar la resistencia del suelo eliminar el estres, a proteger las superficies de suelo expuestas, de las capas erosionadas y a atrapar las part�culas que resbalan por las pendientes. La inclusi�n de vegetaci�n en los dise�os de ingenier�a ayuda a mejorar y proteger los laderas de las colinas, terraplenes y estructuras de los problemas asociados con la erosi�n y otros tipos de falla superficial de las pendientes.

La bio-ingenier�a provee soluciones de costo efectivas en muchos aspectos ambientales asociados con el desarrollo de infraestructura y la erosi�n del suelo. Se podr�a pensar en un esquema que los ingenieros puedan usar para incrementar la efectividad de su trabajo tomando ventaja de los efectos ben�ficos de la vegetaci�n en cualquier situaci�n. La vegetaci�n que se selecciona para una condici�n particular de un sitio bien establecida y plantada en densidad suficiente puede dar una protecci�n efectiva a la superficie de una colina.

La bio-ingenier�a es una herramienta �til para el mantenimiento de los caminos en la estabilizaci�n y mantenimiento de los declives. El uso de vegetaci�n puede reducir la incidencia de la erosi�n del suelo y las fallas de los declives de menos de 0.3 m de profundidad y brinda una soluci�n efectiva de costo a la administraci�n de los linderos de los caminos. Por ejemplo, los deslaves producidos por la lluvia generalmente son fallas de los declives que se forman en materiales no consolidados como son los suelos y/o nichos rocosos muy inundados. Los bordes del terreno generalmente tienen una profundidad de ruptura de superficie de menos de 0.4 m, que es suficiente para que la bio-ingenier�a sea efectiva en la rehabilitaci�n y prevenci�n de fallas futuras.

La bio-ingenier�a ha probado ser efectiva en el control de la erosi�n del suelo y los movimientos de la subsuperficie. A menudo una estructura de bio-ingenier�a tiene un costo-efectividad mayor que la estructura de ingenier�a civil t�pica (inerte) usada como tal porque:

Si est� bien establecida y manejada, la vegetaci�n tendera a incrementar en un tiempo mas corto a medida que crece, mientras que una estructura inerte se har� d�bil, haciendo a la bio-ingenier�a atractiva con el tiempo.

La bio-ingenier�a utiliza el material local disponible tal como la vegetaci�n y las rocas; esto no depende de impuestos de importaci�n o encarecimiento por el cambio de divisas extranjeras.

La bio-ingenier�a es deseada desde el punto de vista ambiental (generalmente).

En �reas con gran valor esc�nico, es visualmente menos intrusa que las estructuras de concreto.

La bio-ingenier�a es una labor intensiva y por lo tanto ofrece oportunidades de empleos temporales para las comunidades locales y los contratistas a peque�a escala quienes trabajan con los esquemas agr�colas y de construcci�n rural.

Muchas de las especies usadas en la bio-ingenier�a pueden beneficiar a las comunidades locales en t�rminos de proveer carb�n de madera, fruta y material para artesan�as.

La vegetaci�n desempe�a numerosas funciones que ayudan a la protecci�n del taludes. El vetiver espec�ficamente puede jugar un papel en cada una de estas funciones:

Atrapar el material de erosi�n que le mueve hacia abajo en una pendiente, esta funci�n es desempe�ada por los tallos de la vegetaci�n. El movimiento puede ocurrir como resultado de la gravedad o con la ayuda del agua. El pasto vetiver desempe�a esta funci�n atrapando muchas clases de diferente texturas; piedras grandes y peque�as, gravas, arena, limos y arcillas.

Blindar el talud contra la erosi�n superficial tanto de la escorrent�a como del salpique de la lluvia, dar� que esto sea efectivo se requiere una cubrimiento continuo de vegetaci�n baja. El vetiver ofrece una cubierta superficial densa de vegetaci�n y una fronda baja.

Soportar una masa de suelo por medio de contrafuertes. Esto se puede lograr en una escala micro, por medio de una densa red de ra�ces propias de pasto que sostengan peque�as cantidades de suelo superior. El pasto vetiver tiene un sistema de ra�ces extensivo, profundo, denso y fibroso con fuertes ra�ces que aumenta la fuerza de resistencia al corte del suelo.

 

Reforzar el suelo con la presencia de una red de ra�ces que incrementan la resistencia al corte del suelo o cizallamiento. El grado de refuerzo efectivo depende de la forma de las ra�ces y del tipo de suelo. El sistema fuerte y fibroso de las ra�ces del vetiver cumple con esta funci�n.

 

Drenar el agua en exceso del talud. La configuraci�n de la siembra de vegetaci�n puede mejorar el drenaje de agua en exceso en un talud, evitando la saturaci�n y el hundimiento de material, la vegetaci�n tambi�n puede ayudar a reducir la presi�n del agua en los poros dentro del talud. Se pueden usar l�neas de vetiver para dirigir y canalizar el agua alej�ndola del sitio y poder resistir el arrastre y aumentar la infiltraci�n.

T�cnicas

Las siguientes son algunas t�cnicas de bio-ingenier�a b�sicas que han demostrado ser �tiles en el mantenimiento de v�as y que utilizan el pasto vetiver.

Minipresa de contenci�n viva

Una minipresa de contenci�n viva es una estructura porosa construida con plantas vivas y material de f�cil consecuci�n local y cuyo prop�sito principal es disminuir la pendiente efectiva para atrapar el sedimento que baja por la c�rcava o arroyo rediciendo as� la velocidad del agua. Estas estructuras funcionan generalmente para atrapar el sedimento que baja por la c�rcava o arroyo, sostener el material de erosi�n depositado detr�s de la presa de contenci�n y reforzar el borde de la c�rcava o arroyo.

Empedrado con vegetaci�n

En el empedrado se utiliza una copa de rocas guijarros y peque�as piedras para prevenir la erosi�n y la socavaci�n. Esto puede ayudar a proteger el pie de un talud contra la erosi�n, la base de una c�rcava contra la erosi�n descendente, la desembocadura de una alcantarilla contra la socavaci�n y las bermas elevadas de la v�a contra la erosi�n superficial local. Este m�todo es utilizado cuando las rocas y piedras son de costo razonable y de f�cil consecuci�n.

Una vez puestas las piedras sobre la superficie que se va a proteger, los intersticios entre ellas se llenan con tierra y pasto. El vetiver debe plantarse a intervalos de 15 cm entre plantas asegur�ndose de que est�n sembradas lo suficientemente profundas como para que las ra�ces penetren en el material debajo de la base de las piedras.

Trampa de limo de la barrera de pasto

Una trampa de limo de la barrera de pasto provee una forma efectiva de que el material que baja por la pendiente no entre en el drenaje o salida de agua. Este m�todo es �til por encima de los drenajes laterales y al rededor de la c�rcava.

El vetiver debe plantarse paralelo al drenaje o borde de la v�a en una fila doble con un esparcimiento de 15cm entre plantas, y 20cm entre hileras.

Control de la erosi�n superficial con pasto vetiver.

Una densa siembra de pasto vetiver a trav�s de un talud ayuda a reforzar y proteger el talud del ulterior da�o por erosi�n superficial o asentamiento superficial somero. El vetiver atrapa el material de erosi�n que se mueve hacia abajo, refuerza el talud hasta una profundidad de por lo menos 30cm. con una densa malla de ra�ces fibrosas, blinda la superficie del talud contra el impacto de la lluvia y previene el socavamiento al rededor de las estructuras de ingenier�a. Sus usos de ingenier�a incluyen la protecci�n de los taludes laterales de la v�a (rehabilitaci�n de los taludes de corte derruidos y revegetaci�n de taludes de relleno) y bermas en pavimentos elevados.

Se recomienda que el vetiver sea sembrado en pares de hileras acodadas con 15cm entre plantas adyacentes y 20cm entre hileras.

Muro de base de roca seca con vegetaci�n

La construcci�n de un muro de base de roca seca por encima del borde de un drenaje de concreto se usa para fortalecer la base del talud y prevenir as� la erosi�n y la socavaci�n que puede conducir al gradual retiro del talud, y para crear una barrera de roca en la base del talud con el fin de atrapar los arrastres del talud antes de entrar al drenaje interior. Al construir el muro de piedra, se coloca parches de pasto en los intersticios entre las piedras, asegur�ndose de que las ra�ces del pasto est�n puestas en el subsuelo.

Se puede conseguir copias del libro (disponibles solo en ingl�s) a un costo de �10,00. No hay ning�n costo por copias individuales de esta publicaci�n cuando se env�a a establecimientos gubernamentales y educativas, instituciones investigativas y organizaciones sin animo de lucro que trabajen en pa�ses elegibles para ayuda del Gobierno Brit�nico. Las copias gratuitas no pueden ser dirigidas a personas por su nombre sino s�lo bajo sus t�tulos oficiales.


Vetiver en Sistemas de Caf� Org�nico

Por Marco Rojas, Escuela Agricultura Regi�n Tropical H�medad (EARTH), Gu�cimo, Costa Rica.

La creciente demanda de los consumidores por productos menos comprometedores para la salud, ha conducido hacia el establecimiento de sistemas de producci�n org�nica. El caf� no es la excepci�n, y el cambio radical que experimenta un sistema convencional para transformarse en un sistema org�nico se refleja en la merma del rendimiento del cultivo y por ende en las entradas econ�micas.

En un sistema de caf� org�nico, la conservaci�n del suelo es indispensable para asegurar la permanencia de los nutrientes requeridos por la planta, as� como tambi�n para lograr la existencia de los micro-organismos transformadores de la materia org�nica. Por otro lado, la permanencia de la fertilidad disminuye el uso de fertilizantes de origen qu�mico los cuales son perjudiciales para la ecolog�a del suelo y representan un costo muy elevado para el productor.

El caf� por ser una planta r�stica, se adapta f�cilmente a condiciones topogr�ficas desfavorables para otros cultivos. No obstante, con un buen sistema de conservaci�n de suelos, es posible producir en pendientes mayores de 60 � 70%. Tradicionalmente, al caf� se le han realizado diversas pr�cticas con el fin de optimizar la producci�n. La caracter�stica principal es la utilizaci�n de una gran cantidad de insumos para el control de malezas, el control de plagas y enfermedades y tambi�n para suplir la nutrici�n de las plantas. Al eliminar la cobertura vegetal se desprotege el suelo contra los efectos de la erosi�n.

El uso del suelo libre de malezas obedece en ocasiones a factores culturales. Al agricultor le parece que un cultivo con malezas es una plantaci�n "sucia". Otro factor que impulsa al productor a eliminar la cobertura de malezas, es la idea que tienen los recolectores de cosecha que asocian la abundancia de las malezas con la guarida �ptima de las serpientes. Adem�s, se encuentra el concepto tradicional de la competencia por espacio, luz y nutrientes, y por ser las malezas hospederos potenciales de plagas y enfermedades.

La caracter�stica principal de los terrenos de los productores son las pendientes pronunciadas que pueden estar por arriba del 35% en algunos sectores. En cuanto al manejo de suelos, en un sistema de caf� org�nico es necesario mantener una cubierta vegetal sobre el mismo para evitar p�rdidas por erosi�n. Otra posibilidad importante consiste en la instalaci�n de cubierta vegetal y la siembra de barreras vivas con plantas altamente efectivas.

En la elecci�n del material a utilizar deben tomarse en cuenta factores como el desarrollo, la instalaci�n, la resistencia a condiciones de sequ�a y la resistencia bajo condiciones de sombra. Dentro de las plantas m�s utilizadas se encuentran el zacate de lim�n, el Citronella y el vetiver.

Para efectos de durabilidad o permanencia de una barrera viva, el pasto m�s indicado es Vetiver (Vetiveria zizanioides). La instalaci�n de una barrera de Vetiver no requiere de gran inversi�n econ�mica ni de tiempo. Adem�s, los resultados se pueden obtener en un corto plazo, pues Vetiver tiene la capacidad de formar macolla r�pidamente. De la misma manera, el manejo o el mantenimiento de la barrera es una labor sencilla. Tomando como base la informaci�n del ingeniero Joel Peraza de Coopemontes de Oro a cerca del precio de vetiver, y la informaci�n suministrada por Roydi Alvarado de El Dos de Tilar�n, si las pl�ntulas se siembran a 10 cent�metros de distancia y tomando en cuenta que el precio unitario de cada una est� aproximadamente en �0.25 colones (254 colones/US$1), agregando adem�s un valor de �350 colones (US$1.38) por cada hora de mano de obra, es posible asumir que la instalaci�n de 100 metros de barrera puede generar un costo de �475 colones (US$1.87). No obstante, se debe destacar que no hay suficiente informaci�n a cerca de las diferencias en el precio del material vegetativo de vetiver y por otro lado deben tomarse en cuenta factores como el transporte del material que afectar�a el monto de adquisici�n/instalaci�n.

El vetiver es una planta perenne que puede alcanzar entre 1,5 y 2 metros de altura. Este se propaga vegetativamente por cepas o macollas y tiene la gran ventaja de soportar per�odos prolongados de sequ�a. Adem�s tolera la sombra a la cual es sometido en el sistema de caf� org�nico. Otra gran diferencia es el tiempo relativamente corto de crecimiento e instalaci�n. Vetiver no precisa de aplicaciones de fertilizantes ni de control de alg�n tipo de enfermedad.

Coope El Dos R.L. de Tilar�n y Coope Montes de Oro R.L. de Miramar de Puntarenas han adoptado el vetiver para los programas de conservaci�n de suelos en caf� org�nico. Coope El Dos R.L. se dedica al procesamiento y exportaci�n de caf� org�nico y cada vez hace un mayor �nfasis en los productores proveedores a cerca de las ventajas del uso de vetiver en las plantaciones. Por su lado, Coope Montes de Oro se ha inclinado hacia el procesamiento de caf� ecol�gico y de la misma manera hace hincapi� en sus productores sobre la necesidad de conservar el suelo. Por esta raz�n, dentro de las opciones propuestas para las pr�cticas de conservaci�n, reci�n han incluido las barreras de vetiver.

Al instalar vetiver dentro de la finca de caf� org�nico, adem�s de la protecci�n que este brinda a los suelos, genera biomasa que puede ser utilizada como materia org�nica y cobertura muerta. De la misma forma las ra�ces pueden utilizarse para comercializarlas como fuente de extracci�n de esencias.

Una vez establecida la barrera, se va formando progresiva y naturalmente una terraza producto de la tierra arrastrada por la escorrent�a. Adem�s de lo anterior, las labores de mantenimiento son m�nimas en cuanto a mano de obra, pues seg�n Roydi Alvarado, para recortar 100 metros de barrera s�lo ocupa un m�ximo de 45 minutos.

Para Lynda y Ernest Carmen, propietarios de la Finca Cristina ubicada en Para�so de Cartago, vetiver es fundamental en cualquier sistema agr�cola ya sea org�nico o no. Seg�n ellos, el suelo es el principal patrimonio del finquero pues sobre este se desarrolla toda la actividad que genera el dividendo econ�mico. Afirman que un suelo bien nutrido es una necesidad b�sica para asegurar el buen desarrollo del cultivo. Ellos consideran que el vetiver, debido a la profundidad a la cual se prolongan sus ra�ces, es capaz de extraer los nutrientes que se han lixiviado hacia el subsuelo y ponerlos nuevamente a disposici�n de las plantas mediante la producci�n de materia org�nica.

De acuerdo con el ingeniero Erick Villalobos de la cooperativa Coope El Dos de Tilar�n; el inter�s por el uso de vetiver en este sector ha ido en aumento. La principal limitante es el acceso al material vegetativo y esto es porque en la mayor�a de los casos la adquisici�n es gratuita y nadie se dedica a la venta del material por no considerarlo como una actividad econ�mica atractiva. Coope El Dos cuenta con un vivero de vetiver no formal para proveer a los agricultores interesados en forma gratuita. A cambio indican algunas sugerencias en cuanto a la forma de instalaci�n y el mantenimiento, y como el material suplido es limitado, hacen la recomendaci�n de seguirlo propagando una vez que la barrera haya crecido suficientemente.

Coope El Dos R.L. mantiene dentro de sus normas y recomendaciones internas para producir caf� org�nico un aspecto espec�fico para la conservaci�n de suelos. En t�rminos generales, se contempla el grado de inclinaci�n de la pendiente; evitar aguas de escorrent�a sobre todo si proviene de sistemas convencionales; no realizar raspas totales de malezas en el cafetal; y proteger la parte superior de los canales de desag�e con barreras vivas.

Otro factor por el cual vetiver funciona en un sistema de caf� org�nico es el hecho de no ser una especie de monocultivo, pues pasa a formar parte de la diversidad en conjunto con las diferentes especies utilizadas para suplir el cafetal de sombra y de cobertura.

Para Roydi Alvarado de El Dos de Tilar�n, su preferencia por vetiver radica en que esta no es una planta invasora. Opina que, aun cuando el crecimiento disminuye bajo la sombra, vetiver cumple correctamente con la labor de retenci�n de part�culas. En cuanto a las labores de instalaci�n, comenta que vetiver no exige una gran demanda de mano de obra y se�ala su experiencia de haber sembrado hasta 100 metros de barrera en una hora. S�lo ha fertilizado una vez las barreras pero considera que no es necesario y realiza dos podas anuales. Otra ventaja seg�n �l, es el logro de haber ahuyentado las taltuzas que causan graves da�os a las ra�ces de los cultivos.

Don Sabino Montero es un ejemplo de los agricultores que pasaron del sistema convencional de caf� al sistema org�nico. Debido a que suministra la nutrici�n a las plantas por medio de bokashi y otros abonos org�nicos, precisa de barreras vivas que le aseguren una mayor permanencia de la fertilidad en el suelo. Ante tal necesidad plant� barreras de zacate lim�n y de vetiver. Las diferencias han sido significativas. A medida que ha incrementado la sombra, el zacate lim�n ha perdido su vigor y ya se notan unos claros dentro de las barreras por la muerte de las plantas. Vetiver por su parte, aunque ha crecido lentamente, mantiene su estructura sin ning�n tipo de problemas.

La cooperativa Coope Montes De Oro R.L. ha iniciado el impulso por el uso de vetiver como barrera viva para conservaci�n de suelos. Esta cooperativa se dedica m�s que todo a la compra y procesamiento de caf� ecol�gico, el cual difiere un tanto del caf� org�nico mas no en forma significativa.

La mayor�a de sus proveedores se ubica en la denominada zona norte de Miramar donde las pendientes de los terrenos en algunos casos se encuentran entre el 40% y el 80%. Vetiver ha sido instalado en la parte superior de las acequias para que asuma funciones de retenci�n, filtro y sost�n.

En el uso de barreras vivas se deben analizar aquellas especies con una alta capacidad para evitar la erosi�n. En este punto, vetiver ofrece ventajas superiores por ser una planta de f�cil crecimiento, por su tolerancia a per�odos secos prolongados y por su resistencia a la sombra. Adem�s, las labores de manejo son pocas si se brindan adecuadamente y las barreras persisten por un per�odo prolongado.

En Costa Rica existe una ONG denominada Asociaci�n Nacional de Agricultura Org�nica (ANAO). Dicha ONG ha operado durante mucho tiempo en la b�squeda de mejores oportunidades econ�micas para los productos org�nicos. En el caso particular del caf�, la certificaci�n se realiza mediante el sello ECO-LOGICA.

En opini�n del ingeniero Carlos Humberto Gonz�lez, vetiver es una planta compatible en cualquier actividad agr�cola indiferentemente de si es org�nica o no. Sin embargo, por su capacidad de retenci�n del suelo y su facilidad de manejo, es id�nea en caf� org�nico por lo cual podr�a ser un factor dentro de las consideraciones de la certificaci�n de un sistema org�nico.

En un sistema de caf� org�nico, la conservaci�n de suelos es indispensable para mantener la actividad biol�gica, la fertilidad del suelo y la estructura del mismo. La erosi�n en estos terrenos se puede disminuir f�cilmente a trav�s de la instalaci�n de barreras de vetiver asociadas con coberturas vegetales.

Diferente a otras especies; vetiver se adapta a las condiciones de sombra que prevalecen en los sistemas de caf� org�nico. A pesar de experimentar un crecimiento lento, vetiver logra tolerar hasta un 50% de sombra ofreciendo protecci�n total a los suelos.

Desde el punto de vista econ�mico, se debe evaluar la inversi�n que necesita la instalaci�n y el manejo de un sistema de conservaci�n de suelos. Vetiver es una opci�n viable en caf� org�nico, pues la demanda econ�mica en la instalaci�n de barreras es accesible. Por otro lado, los costos de mantenimiento no son representativos en comparaci�n al resto de las actividades que se realizan en la finca y con respecto a los beneficios que ofrece.

En sistemas de caf� org�nico y en sistemas de caf� convencional, vetiver ejerce una funci�n importante contra la erosi�n laminar. La formaci�n de terrazas es un indicador del desempe�o de vetiver como filtro y como sost�n. Este aspecto se nota m�s cuando las pendientes son muy pronunciadas. El fomento para incrementar el uso de vetiver debe ir acompa�ado de informaci�n a cerca de las ventajas que esta planta ofrece. Debe hacerse �nfasis tanto en la funci�n de retenci�n del suelo como en las facilidades de instalaci�n y manejo. Otro aspecto favorable es que vetiver no es una planta invasora en los cultivos y por tal no se convierte en competencia para los mismos.

Dentro de las campa�as de conservaci�n de suelos es importante se�alar la diferencia entre coberturas y barreras vivas. Ambos sistemas presentan una funci�n diferente con un mismo fin. Las coberturas amortiguan el golpe de la lluvia mientras que las barreras vivas retienen el suelo arrastrado por el agua.


Conservaci�n de suelo y agua en la agricultura de ladera

Por Brian G. Sims (Ing. Agr., Silsoe Instituto de Investigaci�n [SRI], Inglaterra); Robert J. Walle (Ing. Agr., Suelos de Ma�ana, Gainesville, Florida, EEUU); Jim Ellis-Jones (Economista Agr., SRI); y Jofiel Jir�n Estrada (Agr�nomo, Escuela Agr�cola Panamericana, Honduras). Este art�culo es un resumen del art�culo que fue presentado al MECA'96 - Facultad de Ingenier�a Mec�nica Agr�cola, Universidad de Ciego de Avila, Cuba.

Introducci�n

En muchos pa�ses se encuentran agricultores dedicados a la explotaci�n de laderas fr�giles; los productores de ladera laboran al margen de la econom�a en un ambiente tanto fr�gil como hostil. El resultado ha sido un deterioro ambiental con la degradaci�n de los terrenos agr�colas y una reducci�n en la fertilidad y productividad del suelo.

Como respuesta a �sta situaci�n varias organizaciones de base (por ejemplo: Vecinos Mundiales [Bunch, 1982]) han actuado como catalizadores para estimular la ayuda mutua y desarrollo social en comunidades rurales. Una herramienta importante desarrollada en el transcurso de este esfuerzo ha sido el empleo de t�cnicas de producci�n agr�cola de baja demanda de insumos externos y la conservaci�n de recursos disponibles.

La presente ponencia describe el acercamiento y los resultados preliminares de un proyecto de investigaci�n en practicas vegetativas de conservaci�n de suelo y agua para peque�os productores de ladera. Forma parte de un esfuerzo creciente por identificar tecnolog�as apropiadas que los agricultores quieren adoptar para un mejor cuidado del suelo en ambientes fr�giles de ladera.

Se inici� la segunda fase del proyecto en el ciclo agr�cola de 1994 y se esta investigando el rendimiento de barreras vivas y cultivos de cobertura en cuanto a su efecto sobre: par�metros f�sicos y qu�micos del suelo (movimiento, humedad, fertilidad, densidad); la incidencia de plagas, enfermedades y malezas); su rendimiento econ�mico y potencial para adopci�n.

Se establecieron barreras de vetiver y king grass (Pennisetum purpureum x P. typhoides) en finca en cuatro localidades en los Deptos. de El Para�so y Fco. Moraz�n, Honduras en pendientes entre 25% y 50%; precipitaci�n entre 1.200 y 1.500 mm por a�o promedio; altura entre 1.250 y 1.550 m.s.n.m.

Evaluaci�n econ�mica

Una evaluaci�n econ�mica (Ellis-Jones y Sims, 1995) de las practicas de conservaci�n de suelo y agua empleadas por peque�os productores en Honduras, M�xico y Nicaragua concluy� que, para los agricultores, no es siempre rentable adoptar estas tecnolog�as. Si los costos de la medida de conservaci�n recomendada son mayores a los beneficios realizados, es racional que los productores combatan la erosi�n de su suelo con otras medidas menos costosas. Las tecnolog�as que tienen bajos costos en t�rminos tanto de efectivo como mano de obra tienen mayor probabilidad de rendir mayores retornos econ�micos y, por tanto, mayor potencial para su adopci�n.

Con Pennisetum y vetiver, los agricultores sol�an cavar acequias inmediatamente abajo de las barreras, por lo general despu�s de la siembra del cultivo cuando hay una demanda relativamente baja de mano de obra. Varias agencias de extensi�n siguen recomendando la construcci�n de acequias en contorno, pero la mayor�a de los agricultores deciden no adoptarlas.

Costos de establecimiento y mantenimiento de barreras vivas

Se calcularon los costos de establecimiento en base de los costos de mano de obra e insumos comprados (principalmente fertilizante) durante los primeros 12 meses. La mano de obra familiar ha sido valorizada a un costo de oportunidad de $US 1.2-1.5 por d�a (o hasta $US 2 cerca de pueblos). Esto representa el costo de alquilar mano de obra para trabajo agr�cola, los dem�s insumos han sido costeados seg�n el desembolso en efectivo.

Se basaron los costos de mantenimiento (actuales o de oportunidad) en la mano de obra empleada para deshierbe y poda despu�s de un periodo de 12 meses de establecimiento. Se estimaron los costos seg�n discusiones sostenidas con productores.

An�lisis de margen bruto

Se han compilado m�rgenes brutos para un periodo de dos a�os comparando la situaci�n con y sin barreras vivas. Los costos variables se han basado en el valor de insumos comprados y un costo de oportunidad de la mano de obra familiar y animales de tracci�n. Los rendimientos de ma�z han sido valorizados seg�n el valor al por menor para los granos de consumo familiar, y seg�n el precio realizado para el ma�z vendido. El Cuadro 5 muestra los m�rgenes brutos comparando Pennisetum (con acequias) y vetiver (sin acequias) en dos fincas colaborativas.

En ambos cases y en ambos a�os, los rendimientos, m�rgenes brutos y, por tanto, los ingresos netos se han incrementado con el empleo de barreras vivas. Esto ha resultado en incrementos en los retornos de mano de obra familiar, la productividad de la mano de obra y los retornos a efectivo invertido.

An�lisis de presupuesto parcial

El Cuadro 6 muestra un an�lisis de presupuesto parcial que compara la situaci�n con y sin barreras vivas.

 

Los costos de establecimiento han sido amortizados sobre cinco a�os con una tasa de inter�s de oportunidad (14%) aplicada a desembolsos en efectivo solamente

Terreno y productividad perdidos a las obras de conservaci�n. La mayor�a de los agricultores mantuvieron una distancia entre barreras de 7 m con cualquier pendiente. El ancho de las barreras es 0.5 m para vetiver y 1 m para Pennisetum. Esto da un largo total de 1429 m por hect�rea y una perdida de 0.07 ha por ha para vetiver, 0.14 ha por ha para Pennisetum.

Valor del pastoreo de las barreras. La mayor�a de los agricultores incorporan los residuos de sus cultivos cuando roturan sus parcelas despu�s del pastorea por ganado. Algunos queman o sacan los residuos de sus parcelas. Otros acomodan el rastrojo para formar l�neas entre las barreras dejando que se descomponga la materia org�nica in situ y formando nuevas l�neas en diferentes lugares a�o tras a�o. Por medio de discusiones con agricultores, se determin� que solamente se considera que barreras de Pennisetum tienen alg�n valor para pastoreo. Incrementos en la aplicaci�n de residuos probablemente resulten en mayores rendimientos en el futuro debido al aumento de materia org�nica en el suelo.

A pesar del valor limitado de vetiver como alimento animal, muchos agricultores lo prefieren. Es notable que no se est�n estableciendo barreras nuevas de Pennisetum y algunos agricultores est�n sacando su Pennisetum para reemplazarlo con vetiver. Su motivo principal es el crecimiento r�pido (sobre todo de napier) que puede resultar en una invasi�n del terreno cultivado de hasta 2 m cada lado de la barrera. Su control podr�a requerir hasta 10 cortos por a�o. King grass es menos invasor y dos cortos podr�an ser suficientes.

 

Incremento en el valor del terreno. A pesar de que el valor del terreno pueda subir en el futuro debido a las medidas de protecci�n del suelo, ni esto ni un posible aumento de renta han sido incluidos. Actualmente se esta pagando una renta de $US 50 por hect�rea si el terreno es protegido o no.

Los costos asociados con acequias cuando se asocian con Pennisetum exceden los beneficios en el primer a�o, por lo que no es una inversi�n atractiva. Sin embargo en el segundo a�o se da un beneficio significativo. Los beneficios para vetiver sin acequias son mayores que los costos en ambos a�os, lo cual lo hace una inversi�n atractiva desde un principio.

El an�lisis sobre este periodo de dos a�os confirma la viabilidad econ�mica de las barreras vivas, a pesar de que el empleo de acequias no es atractivo a corto plazo. No obstante, el an�lisis presentado describe la situaci�n de dos a�os y no necesariamente refleja la productividad a largo plazo. Por lo tanto se ha propuesto un an�lisis de costos y beneficios mas detallado sobre un periodo de 10 a�os.

Conclusiones

El proceso de formaci�n natural de terrazas ha sido iniciado, puede ser medida y es visible a los agricultores.

El an�lisis qu�mico del suelo ha empezado a mostrar una p�rdida mayor de nutrientes y materia org�nica en las parcelas no protegidas. Pero han habido solamente cuatro mediciones y las diferencias no son significativas todav�a.

Los rendimientos de cultivos son variables y son determinados por otros factores aparte de la erosi�n del suelo. Sin embargo el rendimiento ser� limitado conforme el suelo se degrada y sobrepasa un nivel critico, es decir que la erosi�n ser� el factor mas limitante con el tiempo.

El an�lisis econ�mico demuestra que las barreras vivas pueden representar una inversi�n atractiva a corto plazo para los agricultores.

Referencias:

Bunch, R. 1982. Two ears of corn. Oklahoma city. Vecinos Mundiales. 250 p.

Ellis-Jones, H. y Sims, B.G. 1995. An apprisal of soil conseravation technolilgies on hillside farms in Honduras, Mexico and Ncaragua. Project Appraisal. (UK). 10(2):125-134


Producci�n de viveros en contenedores

La informaci�n en este articulo proviene de art�culos publicados en la Carta de Informaci�n de vetiver y resumida por P.K. Yoon de Malasia y de las experiencias de la Oficina Real Tailandesa de Desarrollo de Proyectos.

El establecimiento de barreras de vetiver, vigorosas y saludables, en corto tiempo, pueden ser requeridas particularmente para �reas que son extremadamente susceptibles a la erosi�n. Esto es de gran importancia en climas tropicales donde fuertes lluvias estacionales pueden demoler barreras de bajos est�ndares que no est�n bien construidas. Ejemplos de esto pudiera ser el agricultor que ha construido una nueva casa en una pendiente pronunciada, nuevas brechas de caminos, canales principales de irrigaci�n, bancos de prestamos de carreteras, hombros de puentes, alcantarillas, etc. En tales situaciones el material a plantar deber� de ser de buena calidad y las plantas necesitan iniciar su crecimiento inmediatamente despu�s de plantadas. Para asegurar la sobrevivencia y el crecimiento inmediato se recomienda crecer vetiver en contenedores (tales como bolsas de polietileno) donde todo el contenido del contenedor ser� sembrado en el campo. De acuerdo con el Dr. Mahnot del Colegio de Tecnolog�a e Ingenier�a de Udaipur, India, en condiciones extremas de sequ�a las bolsas de polietileno crecieron plantas de vetiver con un 98% de sobrevivencia comparada con las plantas de vetiver a ra�z desnuda que tuvieron un promedio de sobrevivencia del 17% cuando se plantaron en el campo con dos cepas por hoyo (Vetiver Newsletter de la Red Internacional, #12).

Las ventajas de la producci�n de vivero en contenedores son:

 

Primero, las plantas crecidas en contenedores son sembradas en el campo con un sistema de ra�ces bien desarrollado y poco perturbadas. Esto reduce considerablemente el tiempo de establecimiento (Recuerde que las ra�ces viejas no se regeneran ni tampoco forman ra�ces secundarias)

 

Segundo, el usar material crecida en contenedor es casi el equivalente a plantar inmediatamente una barrera de un a�o de edad comparado con restablecimiento por ra�z desnuda. En efecto, la siembra a corta distancia de las plantas m�s grandes forma una barrera casi funcional dentro del tiempo que toma a las ra�ces penetrar el suelo y anclar la planta.

 

Tercero, bajo situaciones de alto estres, como por ejemplo, suelos muy pobres y friables con contenido bajo de nutrientes, erosi�n severa en m�ltiples direcciones y en condiciones clim�ticas dif�ciles, el uso de materiales de siembra crecidos en contenedores con sistemas radiculares vigorosos con suelo permitir�n, una vez transplantadas, un establecimiento y un crecimiento temprano.

Finalmente, la producci�n en contenedores (como bolsas de polietileno) rara vez permite que la planta sea rechazada. La producci�n en el vivero deber�a ser cerca del 100%. Podr�a ser bastante econ�mico para utilizar bajo circunstancias especiales que tengan que ver con la estabilizaci�n de costosas estructuras. El crecimiento de vetiver en contenedores en el vivero es m�s caro que crecer las plantas en viveros de campo donde las plantas son crecidas en el suelo y excavadas y plantadas a ra�z desnuda. El incremento en el costo asociado con el crecimiento en el vivero pueden ser atribuidos a los costos de los materiales (contenedores, mano de obra, manejo, irrigaci�n, etc.). Por esta raz�n, el uso de plantas en contenedores es mejor en situaciones cuando las inversiones o infraestructura de alto valor tiene que ser protegida.

Tama�o del contenedor

La mayor�a de las investigaciones en relaci�n al crecimiento de plantas de vetiver utilizando contenedores han sido hechas por el Dr. P.K. Yoon de Malasia. Dr. Yoon recomienda utilizar bolsas de polietileno (que es el contenedor m�s barato disponible) (0.05 mm de grueso) que midan 5" x 7" las cuales se ha encontrado que aseguran un mejor promedio de sobrevivencia y un establecimiento m�s r�pido para los pastos. Bolsas m�s grandes (tales como 6" x 13", 7" x 15" y 8" x 12") se consideran muy grandes para uso practico, pero debe apuntarse que bolsas m�s grandes pueden producir m�s cantidad de nuevos reto�os y las plantas pueden mantenerse por per�odos de tiempo m�s largos en las bolsas si se necesitara.

Substrato del contenedor

El suelo utilizado en los contenedores debe tener buen drenaje. Una mezcla recomendada es suelo limoso, suelo arenoso y ceniza con una proporci�n de 1:2:1 o suelo arenoso y ceniza a una proporci�n de 2:1. Cualquier uso de materiales org�nicos tales como compost en el substrato es altamente recomendado para mejorar el drenaje, aumentar la capacidad para mantener humedad y disminuir el peso de las bolsas.

Preparaci�n de cepas para sembrar en contenedores

Para producir barreras de calidad, materiales de siembra de alta calidad deber�n utilizarse. Esto requiere el uso de cepas activas y maduras provenientes de viveros que no han florecido. Cepas viejas con formaci�n de ca�a son lentas en su crecimiento; cepas que son muy j�venes producen un bajo establecimiento.

En la preparaci�n de cepas para plantar en bolsas de polietileno, las puntas deber�an de cortarse alrededor de 20 cm y las ra�ces alrededor de 4-5 cm. En la plantaci�n, no m�s que 2 cm de las puntas debe enterrarse. Generalmente los cepas debe ser trasplantadas en recipientes inmediatamente para evitar cualquier secado del material. En Tailandia se recomienda que despu�s que la cepa ha sido cortada, las hojas exteriores deben quitarse pel�ndolas y limpi�ndolas con agua y la porci�n inferior empapada por un d�a en agua o en una mezcla de hormonas aceleradoras de crecimiento de ra�ces, tal como �cido h�mico en una concentraci�n de 100-150 ppm. Las cepas son apiladas juntas en la sombra y se cubren con sus hojas o peri�dicos, humedecidas profusamente, y dejadas por 3 a 5 d�as. Durante este tiempo las cepas y las ra�ces de vetiver comienzan a crecer, permitiendo ver cuales son las que m�s activamente est�n creciendo y por lo mismo tanto obtener la mejor elecci�n para ser plantadas en recipientes.

El n�mero de cepas plantadas en bolsas de polietileno deber�a variar de 1 a 3. La siembra de una cepa produce nuevas cepas sugiriendo que cepas j�venes y activas son mejor utilizadas para obtener un crecimiento temprano. En lo que concierne al sistema radicular, las plantas que comenzaron con 3 cepas con 8 semanas de edad f�cilmente se pueden sustituir por material de 12 semanas de edad que se comenzaron con 1 cepa. El uso de 5 cepas no es recomendado porque produce un n�mero menor de cepas nuevas y es dif�cil conseguir 5 cepas en un grupo sin utilizar el material de otros grupos m�s maduros (recuerde que entre m�s viejo el material, el nuevo crecimiento producido es m�s lento).

Manejo de viveros

Para asegurar un buen crecimiento de las plantas, (particularmente el sistema radicular), Dr. Yoon usaba con buenos resultados una tableta de ‘Kokei’ (6 gm de 5-5-5-1 (Mg)) puesta en las bolsas de polietileno una semana despu�s de plantadas.

Debido a que vetiver es sensitivo a la sombra, el arreglo de las bolsas es critico. Solamente dos bolsas deber�an ser colocadas en filas de tres bolsas de ancho y con espaciamientos de 1 metro entre filas. Con m�s de tres bolsas por fila o menos de 1 metro entre filas, las plantas en el centro tendr�n sombra lo que negativamente afectara su crecimiento. As�, en una �rea de 10 m2, (2m x 5m) un total de 240 bolsas del tama�o 5"x7" pueden caber.

Cualquier sistema de riego puede usarse en el vivero con contenedores. Lo que es importante es que todas las plantas se mantengan adecuadamente h�medas para optimizar su crecimiento y reproducci�n.

El Dr. Yoon sugiere una poda mensual a 40 cm para promover la formaci�n de cepas.

Plantaci�n en el campo de plantas en contenedor

Solamente plantas en contenedores con ra�ces regeneradas deber�an usarse en proyectos de ingenier�a. Las plantas en contenedores crecidas en un vivero a 4 meses (16 semanas) deber�an tener un buen sistema radicular para transplantarlas y r�pidamente se establecer�n y producir�n buenas barreras. La duraci�n �ptima parece ser acerca de 23 semanas, pero podr�a no ser econ�micamente satisfactorio mantener plantas por tanto tiempo en el vivero. Las plantas crecidas por 11 semanas y plantadas mostraron un crecimiento tempranero pero fueron menos vigorosas. Aunque en Tailandia se ha encontrado que despu�s dos meses (8 semanas) las plantitas pueden sembrarse en los campos. Plantas viejas crecidas en viveros con recipientes y plantadas en barreras generalmente dan un crecimiento muy pobre porque aunque tienen un bien establecido sistema radicular, estas ra�ces est�n tan enrolladas en la bolsa que no se regeneran una vez que est�n plantadas en el campo. Adem�s, entre m�s largo es el tiempo que se dejan las plantas en el contenedor, los costos aumentan debido al continuo cuidado asociado con el riego y el desmalezado.

Costos de producci�n

En una consultor�a en Bangladesh en 1992, el Dr. Yoon estim� el costo de un sistema de viveros con bolsas de polietileno. Un plan para un vivero irrigado de 10 acres (4 ha) en Bangladesh mostr� costos iniciales del vivero de US$3,000. El vivero se esperaba que produjera 1.3 millones de plantas anualmente en un ciclo de cuatro meses, p. ej. levantar y distribuir 3 cosechas de plantas/a�o. Esto proveer�a suficiente material de plantaci�n para 195 km de barreras/a�o al plantarse a espaciamientos de 15 cm. Los costos recurrentes se cubrir�an bajo la planta en bolsas de polietileno de US $0.05.

El efecto de substrato no convencional en el crecimiento de vetiver

El uso de bolsas de polietileno con buen suelo produce material de siembra de alta calidad. Sin embargo, a menos que las plantas en bolsas sean crecidas en el sitio, el transporte de este material de siembra tiende a ser muy caro. Otros materiales m�s livianos fueron probados, incluyendo aserr�n, troncos vac�os de palmas, etc. con resultados no muy halag�e�os. Hasta el momento, la espuma es el material no convencional m�s promisorio.

El sistema de espuma asegura un transporte y una distribuci�n m�s f�cil y barata en el campo adem�s que produce un establecimiento m�s r�pido y un subsecuente mejor crecimiento. Todo esto fue confirmado en las grandes plantaciones de cuatro pendientes en la autopista Este-Oeste, un proyecto del Departamento de Trabajos P�blicos de Malasia. Los materiales de siembra fueron transportados desde el vivero central a los sitios en el campo sobre una distancia de 400 km; el transporte fue reducido en un 75% comparado con los materiales de siembra en bolsas de polietileno con substrato de suelo.


Vetiver para el control de erosi�n por inundaciones

Por Dr. Paul Truong, Departamento del Recursos Naturales el Queensland, Australia; Informaci�n del CD-ROM, 1998.

Aunque el sistema de vetiver est� bien probado en m�s de 50 pa�ses del mundo para la conservaci�n de suelos y aguas, son pocos los estudios sobre las caracter�sticas hidr�ulicas de las barreras de vetiver en t�rminos cuantitativos. En los planicies del Darling Downs en Queensland, Australia y New South Wales se emplea una practica de "strip cropping" (siembra en fajas) para mitigar inundaciones y controlar erosi�n en tierras casi planas, sujetan a inundaciones profundas. Esta practica, de siembre en fajas, requiere que el productor deja m�s de 30% de su parcela ociosa, bajo rastrojos, durante la siembra.

Los autores quisieron probar la eficacia de barreras de vetiver par controlar y mitigar

los da�os causados por las inundaciones. Ellos pensaba que si fuera posible reemplazar la siembra en fajar por un sistema con barreras de vetiver, ser�a posible ampliar el �rea bajo cultivos en un a�o por 30% y contar con un manejo mucho m�s sencillo y flexible de los cultivos.

Pruebas preliminares del laboratorio

Objetivos:

Estudiar las caracter�sticas hidr�ulicas de vetiver baja condiciones de inundaciones;

Desarrollar par�metros hidr�ulicos de barreras de vetiver para dise�ar las pruebas del campo.

Resultado:

Las pruebas en el laboratorio mostraron que barreras de vetiver bien establecidas proveer�an protecci�n adecuada contra escurrimiento de aguas de inundaciones con un espacimiento de 90 m entre barreras en terrenos con pendientes entre 0.2% a 0.35% (baja condiciones como las del Darling Downs).

Pruebas del campo

Una prueba fue sembrado en 1993 y monitorado durante 4 a�os. Cinco barreras fueron establecidas, con 90 m entre ellas. La prueba ocupaba una parcela de 53 ha y estaba sujeta a las condiciones naturales de lluvias y inundaciones. Durante varias inundaciones relativamente grandes, las barreras controlaron bien la erosi�n con el dise�o sugerido por la "ecuaci�n" desarrollada en el laboratorio. En los casos donde el escurrimiento de los aguas de las inundaciones era unidimensional (sin turbulencia) y a 90� "perpendicular" de la barreras (como en el modelo del dise�o) hubo poco o no hubo erosi�n entre las barreras.

En �reas donde las aguas del escurrimiento se concentraron y por eso eran turbulentos, hab�an perdidas de suelos por excavaciones causadas por las velocidades altas. Pero al mismo tiempo las barreras quitaron mucho de la energ�a del escurrimiento y la mayor�a de los sedimentos que resultaron fueron capturados por la pr�xima barrera.

Fue exitosa la prueba con barreras de vetiver reducir los da�os de los escurrimientos sobre los suelos y cultivos. Tambi�n, por el �xito, se mostr� que la ecuaci�n desarrollada en el laboratorio es aplicable para el dise�o del sistema de barreras en el campo.

Rendimientos y Humedad del Suelo

Durante los a�os secos, cuando hubo m�s competencia entre las barreras y el cultivo asociado para humedad; se observo un efecto sobre el rendimiento del cultivo asociado entre un metro de la barrera. Podr�a ser que otros factores eran responsables para los efectos observados, como: sombra, competencia para nutrientes, actividad microbio. Entender el fen�meno observada requiera m�s investigaci�n. Pero, de todos modos, si el uso de las barreras permitir�a la siembra de toda la parcela, en vez de dejar m�s de 30% ocioso, cualquier "perdida" ser�a inmediatamente compensado por la ampliaci�n del �rea bajo cultivo. Tambi�n, otros investigadores han reportado mejoras en los rendimientos globales con el uso de barreras de vetiver, o sea, que hab�a una compensaci�n de perdidas por la competencia por el impacto positivo de la conservaci�n de suelos y aguas.

Conclusiones sobre este aspecto deber�n esperar los resultados del programa del largo plazo de monitoreo de rendimientos y humedad del suelos.

Manejo de Sistema de Barreras de Vetiver

Los resultados presentados aqu� carecen un enfoque del manejo de los sistemas de barreras en un sistema agron�mico. Pero durante la vida del nuestro proyecto salieron varios factores importantes en cuanto a la conservaci�n del suelo y la producci�n de cultivos.

Estos factores eran:

P�rdida de rendimiento en una banda hasta 2 m de ancho durante sequ�as, sugiriendo la necesidad de identificar una distancia �ptima entre la barrera y el cultivo.

Sembrar barreras por mano no es rentable baja las condiciones econ�mica en Queensland; extender a esta sistema requer�a mecanizaci�n de la propagaci�n y establecimiento de barreras.

Mortalidad durante las etapas iniciales de establecimiento de las barreras resulta en brechas y debilidades en las barreras maduras. El efecto de concentrar las aguas del escurrimiento en estos puntos, resultando en excavaciones con perdidas del suelo por las excavaciones que resultan. Este mismo efecto sucede en los puntos donde terminan las barreras. M�s atenci�n a la calidad de la material de la siembra est� sugerida como la soluci�n a este problema.

La tendencia de atraer a ratoncitos u otras plagas es un problema real y potencial. Podando y quemando las barreras resolver�a este problema.

La amplia potencial del sistema de barreras de vetiver en los planicies del Darling Downs fue bien mostrado por nuestro proyecto de investigaci�n. Los problemas identificados por nuestro trabajo son bastante peque�os comparados con el impacto del sistema en cuanto a la disminuci�n de erosi�n y aumentaci�n en la producci�n. Los problemas identificados son peque�os y podr�an estar resultos por el manejo; no hab�a ni una indicaci�n de problemas de tipos que podr�an resultar en fracasos.